El drama de cuatro jóvenes desgarra Eibar

Eibar se hundió ayer en una pesadilla con la muerte de cuatro de sus vecinos, cuatro jóvenes de entre 16 y 20 fallecidos en el asfalto. La tragedia comenzó a cernirse sobre este municipio guipuzcoano de 27.000 habitantes en la noche del jueves. A las 20.30 de ese día, dos vehículos, un Golf y una furgoneta también Volkswagen, colisionaban frontalmente en el kilómetro 59 de la N-634, en el colindante término municipal Elgoibar. En el siniestro se vieron implicadas siete personas, todas vecinas de Eibar.

Una joven de 17 años, L. F., que viajaba en el turismo fallecía en el acto. Sus tres amigos, con los que había salido "a dar una vuelta", según una fuente próxima a su familia, se salvaron en un principio, aunque con heridas tan graves que la macabra sentencia no tardaría en repetirse. Los tres morían entre la madrugada y la tarde de ayer en un triste goteo que hizo aún mas doloroso el drama. Euskadi no registraba un accidente de tráfico tan grave desde 2005, cuando cuatro estudiantes de entre 20 y 25 fallecieron en Oñati.

La primera víctima murió el jueves; las otras tres, ayer en un tétrico goteo

Los cuatro jóvenes viajaban en un Golf negro. Conducía un chico de 20 años. En el asiento del copiloto iba la joven de 17 y de otras dos muchachas de 16, cuyas identidades no han sido facilitadas. A sólo dos kilómetros de su destino, adelantaron en la salida de una curva a otro vehículo, según la Policía Municipal de Elgoibar. Al parecer, no vieron que por el carril contrario se acercaba una furgoneta amarilla en la que viajaba un matrimonio -él de 32 años y ella de 38- con su hija de dos años. Ambos vehículos chocaron de frente. Una línea continua separaba los dos carriles de la calzada en el tramo en que se produjo el siniestro, según los agentes locales.

Los cuatro jóvenes quedaron atrapados en su vehículo y fue necesaria la intervención de los bomberos para sacarlos de entre los hierros retorcidos a que quedó reducido su vehículo. El médico desplazado al lugar confirmó la muerte de la primera víctima. Sus tres compañeros, heridos muy graves, fueron trasladados a diversos centros hospitalarios.

Los ocupantes de la furgoneta resultaron heridos leves y el bebé no sufrió ninguna lesión.

Todo el mundo en Eibar conocían de forma directa a los jóvenes o a alguno de sus familiares. La primera víctima era hija del fotógrafo Javier Fernández. Ya jubilado, trabajó para El Correo y fue presidente de la peña taurina Pedrucho Eibarresa, al que también pertenecía la menor. Un amigo íntimo afirmaba ayer, sin querer hacer ninguna declaración más, que "están destrozados".

En la localidad guipuzcoana ayer no se veían más que caras de dolor. En el bar Arkupe, sito en la calle Isasi, esquina con la plaza Untzaga, donde hoy ondeará la bandera de la ciudad a media asta en señal de duelo, no se explicaban qué pudo suceder. Su responsable, Beni, conocía tanto a padre como a hija. En el local se suelen reunir los miembros de dicha peña y hacía tan sólo dos días que la joven, a la que describió como "risueña, simpática y guapa", había pasado por allí.

La noticia del fallecimiento del conductor del Golf en el Hospital Donostia llegaba a medianoche. A media mañana fallecía una de las jóvenes de 16 años en el mismo centro y poco antes de las cuatro de la tarde se registraba el cuarto y último óbito en el Hospital de Santiago de Vitoria, donde había sido trasladada desde el de Mendaro.

Cuatro pérdidas que se suman a la de Marta Guenaga, de 30 años, también de Eibar, quien murió el pasado domingo atropellada por un ciudadano francés en la localidad marroquí de Esauira y cuyo funeral se celebrará también hoy, día de luto oficial decretado por el alcalde, el socialista Miguel de los Toyos, en recuerdo de las cinco muertes.

La Ertzaintza ha solicitado la colaboración ciudadana para esclarecer todas las circunstancias del suceso. Los testigos del accidente pueden telefonear al 943 53 91 25.