Guillermo Luca de Tena, el patriarca de 'Abc'
Una seña singular de la prensa española del siglo XX han sido los pelos blancos de los Luca de Tena. Dicho distintivo familiar, unido a su apuesta figura, a su discreción y a los importantes papeles que desempeñó, hicieron de Guillermo Luca de Tena un icono del periodismo español o prototipo del hombre de prensa, sin mezcla alguna. Un lujo del gremio.
Empecé a tratarle en Informaciones, del que fue consejero de administración en 1975. Lo que más me atrajo de él fue su sentido de la dignidad del editor de periódicos, ese resplandor ilustre que distingue al empresario de prensa del empresario común por el compromiso que contrae con la sociedad de informar de lo que ocurre con veracidad y rigor. Nieto e hijo de editor, tercera generación, lo que en prensa se considera aristocracia, Guillermo Luca de Tena llevaba la nobleza periodística en la sangre, y se le notaba. Y la enaltecía su elegante figura, conservada hasta el final.
Su muerte me ha producido honda tristeza. Se nos ha ido un caballero, un periodista de alta escuela, un héroe de la infantería de las letras que estuvo en la primera fila de la conquista de las libertades y nunca perdió el norte del deber ético y el instinto de saber elegir a sus colaboradores. Con él se va una época y una forma de vivir y de hacer periodismo.
Nació, como de sí mismo decía orgulloso don José Ortega y Gasset, sobre una rotativa, la de Abc, en cuyo ambiente creció. Estudió Derecho para ahormar su vocación periodística en la estructura normativa de la sociedad. Conoció a fondo la vida de las redacciones en contacto con las mejores plumas de su tiempo y, a la vez, las peculiaridades de la empresa periodística, de suerte que cuando le fueron confiadas la dirección de Abc y la presidencia de Prensa Española, en los tiempos difíciles del cambio político y de la manera de hacer periódicos, Guillermo ya llevaba mucho tiempo a la altura de las circunstancias. Reunía las condiciones necesarias para gobernar aquella casa, que más que un periódico era una institución. Su saber y su prestigio, su carácter sereno y conciliador, su respeto a la nobleza de la profesión periodística y su natural distinción y cortesía fueron factores muy positivos en las decisiones colectivas que hubieron de tomar los empresarios de prensa en la Transición. Guillermo Luca de Tena fue presidente de la comisión gestora de la Asociación de Editores de Diarios Españoles (AEDE), que yo gestioné con él, nacida al aire de la Constitución de 1978. Antes había presidido la sección española del Instituto Internacional de Prensa, lo que suponía la confianza de la prensa libre del resto del mundo en sus condiciones y actitudes reivindicadoras de la libertad de expresión durante el franquismo. Fue también senador en la Legislatura Constituyente y perteneció al consejo del Conde de Barcelona. Como periodista, empresario, senador real y militante monárquico fue fiel a la aguja que le imantaba: la rara virtud de la discreción, la sensatez para formar juicio y el tacto para hablar y obrar.
Coincidiendo con el centenario de Abc, el Rey le concedió el título de marqués del Valle de Tena con Grandeza de España. Es el tercer empresario de prensa ennoblecido en España. Alfonso XIII concedió a su abuelo, Torcuato Luca de Tena, fundador de Blanco y Negro y Abc, el marquesado de Luca de Tena, y a Ramón Godó, prohombre de La Vanguardia, el título de conde de Godó.
Al producirse la incorporación de Abc al Grupo Vocento, Guillermo Luca de Tena fue nombrado presidente de honor del rotativo, al tiempo que sus hijas Catalina y Petisa mantenían la representación de la dinastía en el Consejo de la nueva empresa editora, y Catalina continuaba en el cargo de editora del diario. Guillermo había entrado en los 80 años con lozanía de espíritu y de cuerpo, conservando la gentil distinción que le caracterizó. Y mantuvo el recuerdo amoroso de su esposa, Soledad, la adoración por sus hijas, la fidelidad a sus amigos y colaboradores, su natural cortesía, su elegancia y su sonrisa. Y los pelos blancos de los Luca de Tena. Adiós, querido Guillermo.
Pedro Crespo de Lara es ex secretario general de AEDE.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.