El PSdeG exige que se explique el elevado coste de la fusión

Las cajas comenzarán hoy oficialmente a negociar su fusión. Lo harán cuando reciban la autorización que falta, la del consejo de la entidad viguesa, algo que previsiblemente ocurrirá tras la reunión de esta mañana. Los planteamientos de partida siguen muy distanciados. Mientras la caja que preside Julio Fernández Gayoso habla de una absorción de facto, la que controla José Luis Méndez no aceptará otra cosa que un acuerdo "equilibrado", sin muchas más concreciones. Sea como sea, más allá de dónde esté la sede o del reparto de poder, el principal escollo es la financiación.

Ayer, el secretario general del PSdeG, Pachi Vázquez, señaló que lo más importante es "cifrar de manera correcta el coste real" de la operación, y advirtió que serán las cajas las que tengan que explicar "por qué les hace falta ese dinero". "Hay opiniones para todos los gustos y algunas hablan de cifras bastante elevadas", deslizó tras reunirse con la ejecutiva del partido. Fuentes próximas a Caixanova creen que haría falta el doble de lo presupuestado por la auditora de la Xunta, 1.190 millones, para sacar a flote a la caja única.

Para Vázquez, si el fondo de rescate del Banco de España no es suficiente y se pide más financiación a un coste menor, la fusión tiene una solución difícil. "Será muy complejo. Se abriría un melón al que todo el mundo acudiría", argumento, y pidió a continuación "no tapar" el debate financiero con el político.

Sus dardos se guiaron contra el gobierno de Feijóo, la conselleira de Facenda y su plan de fusión: "Pidieron un informe para demostrar que el presidente de Caixanova ya tenía que estar cesado, a principios de marzo, y ahora resulta que es una pieza clave en las negociaciones".

Política equivocada

En este proceso cree que ha habido un claro cambio de rumbo de la Xunta tras "cinco meses de política errática y equivocada". Esa política tuvo en la nueva ley de cajas, recurrida ante el Tribunal Constitucional y suspendida en once puntos, su principal instrumento para intentar cambiar la voluntad de una de las entidades. "Para ese viaje no hacía falta tanto tiempo", sentenció el jefe de filas socialista, quien exigió a la Xunta que "reconozca que estuvo mintiendo a Galicia durante cinco meses al imputar al PSdeG una responsabilidad que no tenía", en alusión al "bloqueo" denunciado por el Gobierno gallego.