UGT aboga por reducir el equipo directivo de Cajasur para salvar la entidad
Cuando comienza el mes más delicado para la fusión entre la malagueña Unicaja y la cordobesa Cajasur, el secretario general de UGT en Andalucía, Manuel Pastrana, eligió ayer Córdoba para criticar la "mala gestión" de la dirección de la entidad controlada por la Iglesia y sus "sueldos bochornosos". Para garantizar la viabilidad de Cajasur, Pastrana abogó por "por disminuir el equipo directivo, de unas 300 personas (...) Hay que empezar a recortar por ahí y, si se hace, habrá que actuar muy poco sobre el resto del personal", dijo sobre los 1.200 trabajadores que, según el documento guía de la fusión, habría que ahorrarse. La lucha por evitar estos despidos entre los empleados es el principal frente de los sindicatos en la mesa laboral que acompaña a la fusión
Los representantes de los sindicatos celebrarán la próxima semana una nueva sesión de la mesa laboral. Los sindicatos ya han mostrado unidad de acción en la última de las reuniones, pero observan con preocupación las tensiones que se viven entre las direcciones de las dos cajas, casi rotas desde el último consejo de Cajasur, que derivó en la salida del coordinador general para la fusión, Manuel Azuaga. En cualquier caso, todas las partes esperan avances en estas reuniones. De otra manera, se pondría en serio riesgo una operación que debe estar terminada antes del 30 de junio.
Por su parte, el presidente del sindicato mayoritario de Cajasur Aspromonte, Ignacio Torres, señaló al conocer las declaraciones que "habría que saber de dónde saca Manuel Pastrana la cifra de 300 directivos". Con todo, aseguró que su sindicato apoya "cualquier medida que evite que los trabajadores tengan que pagar los platos rotos de la dirección de la caja". "Si el recorte y el ahorro viene por arriba y, en vez de despedir a ningún trabajador éstos se pueden acoger a bajas incentivadas y prejubilaciones, lo apoyaremos", zanjó.
En este sentido, Pastrana insistió: "Teniendo en cuenta el personal directivo de Cajasur y los costes que supone, necesariamente hay que disminuir drásticamente el personal directivo porque es una proporción inflada si se compara con cualquier entidad de igual volumen y los costes salariales son desorbitados".
Sobre la situación de Cajasur y las negociaciones, Pastrana quiso ser optimista y aseguró que "la situación puede ser menos dramática de lo que se preveía al principio". Pero mostró sus dudas acerca de si existe "voluntad por parte de la dirección de Cajasur de asumir que están en un nuevo proyecto de caja (...) da la impresión de que los representantes de la Iglesia en la caja están esperando un milagro de última hora", dijo coincidiendo con las tesis mostradas por CCOO. El líder de UGT recomendó a los directivos de la caja cordobesa "dejar de pensar en sí mismos y en su entidad para empezar a pensar en clave de la nueva entidad [resultado de la fusión]".
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