La Bolsa española, la más golpeada por la crisis griega

El terremoto fiscal griego ha sacudido con fuerza a la Bolsa española. Desde el primer momento, los mercados han establecido comparaciones entre la situación fiscal de Grecia -donde el déficit ha llegado en 2009 al 12,5%- con la de España -el 11,2%- y la de otros países mediterráneos, como Portugal o Italia. Pero las Bolsas de ninguno de estos tres países lo han notado tanto como la española. Los problemas de la deuda helena han caído como un jarro de agua fría y han cortado la gran racha alcista inaugurada hace ahora un año, que convirtió a 2009 en un gran año bursátil en plena recesión mundial.

El Ibex 35 cerró ayer un primer trimestre de año francamente malo. En tres meses ha perdido el 8,95% y quedó en 10.871,3 puntos. Se ha convertido así en el peor índice europeo en lo que va de 2010. Incluso fuera del continente cuesta encontrar alguno donde los números rojos sean tan intensos. Hasta en Grecia, donde el selectivo ha perdido un 8,8%, los inversores han tenido mejor ánimo.

Grecia tendrá que emitir 32.000 millones de deuda antes de fin de año

"El problema heleno se asimila a España", explica Victoria Torres, directora de análisis de Self Bank, quien va más allá al hablar del riesgo de contagio. En la misma dirección apunta José Luis Martínez, de Ahorro Corporación: "España también está afectada por el problema de los déficits". La constante comparación entre ambos países mediterráneos ha terminado calando entre los inversores extranjeros, que han acabado desconfiando de los valores españoles.

Precisamente ayer se volvió a vivir un nuevo capítulo de la tragedia fiscal griega. El director de la agencia que controla la deuda pública, Petros Chistodoulou, declaró que Grecia necesitará emitir 32.000 millones de euros en bonos -casi 12.000 de ellos hasta mayo- para hacer frente a sus necesidades fiscales. Además, la agencia de calificación Moody's volvió a dar a los griegos un nuevo disgusto al rebajar la nota de cinco bancos del país. Ambas informaciones castigaron al bono heleno, que subió 24 puntos básicos en un solo día. Se situó en una rentabilidad del 6,52%, un precio que duplica el que tiene que pagar Alemania, país cuyo bono se emplea como referencia en Europa.

Otro de los factores que explica el mal comportamiento de la Bolsa española es su propia composición. Si durante los meses precedentes su buena marcha se asentó sobre la recuperación de la banca, su caída en estos meses ha arrastrado al selectivo consigo. "Este año las entidades financieras lo están haciendo peor y eso se nota mucho en el Ibex", comenta Martínez. El gran peso de la banca en la ponderación del Ibex (casi un 36%) explica estas palabras.

Y sobre los dos factores anteriores, aparece la endeble situación de la economía española. A estas alturas, España es de los pocos países que todavía sigue en recesión. Además, raro es el organismo o el servicio de estudios que no pronostica una recuperación lenta y larga, que tardará en reflejarse sobre la creación de empleo.