El Tram de Castellón, entre la fiesta y la protesta

El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, acudió ayer a Castellón a presenciar el inicio de las obras de un tramo del trazado del trolebús. Horas después, alrededor de 100 personas se concentraron en otro tramo, junto al Parque Ribalta, actualmente en ejecución, exigiendo la paralización inmediata del proyecto en un jardín catalogado como Bien de Interés Cultural que será dividido en dos por la plataforma del Tram.

Por la mañana, Camps habló de que la Generalitat "se ha apuntado a la fiesta de Castellón", que "cada día está más bonito y más habitable" y, repitió, "a la fiesta de hacer de ella una de las ciudades más bonitas de todo el Mediterráneo". Por la tarde, la fiesta se convirtió en palabras de reivindicación por salvar uno de los puntos más emblemáticos de la capital de La Plana y de apoyo a un vecino que ha iniciado una huelga de hambre. Allí, representantes de los colectivos que se oponen a la "destrucción" del parque, sindicatos, partidos políticos y asociaciones conservacionistas, se mantuvieron durante tres horas.

El caso es que entre las obras ya ejecutadas y el tramo que se inició hay cerca de dos kilómetros, que cruzan todo el centro histórico, en los que el proyecto del trolebús aún no está licitado. El consejero de Infraestructuras, Mario Flores, señaló que en 15 días concretará los plazos.