Rubiales: "Quiero acabar con los pobres"
Un proletario del fútbol, Luis Rubiales (Motril, Granada; 32 años), referente laboral para los vestuarios de media España desde que lideró al Levante frente a un patrón escurridizo, preside desde el 9 de marzo la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE). Sin necesidad de elecciones, previstas para el día 22, aunque contase con el respaldo del 80% de los 6.000 afiliados. Un muro insalvable para Gerardo González Movilla, que durante 22 años dirigió el sindicato y renunció a presentarse cuando ya se conocían muchos votos por correo.
Pregunta. El verano pasado renunció a su sueño de concluir su carrera en la Liga escocesa y prefirió postularse en un pulso para algunos quijotesco.
Respuesta. Tratar de ocupar el lugar de un poder establecido más de 20 años es muy difícil. Ha habido momentos muy complicados porque no competíamos con las mismas armas. Por ejemplo, la anterior junta no nos facilitó el listado de afiliados. Pero superamos esta adversidad y muchas otras. Lo hicimos por nuestro mayor conocimiento de la realidad, movidos por la sensibilidad hacia aquellos jugadores que han padecido el mal funcionamiento de un sistema que no defiende a los futbolistas como debería.
"Estamos aquí porque el sistema no protege a los jugadores"
"Necesitamos la colaboración y la sensibilidad del Gobierno"
P. Aunque finalmente no se celebraron las elecciones, parece que esa cercanía de la que habla decidió la balanza.
R. En las juntas anteriores había gente de gran valía, pero daba la sensación de que era decorativa. Sólo hacía y deshacía una persona. Por eso queremos ser una junta accesible. Haber padecido los incumplimientos constantes que se generan en el fútbol hacía que, en los vestuarios en los que presentábamos nuestro proyecto, nos percibieran como a uno de ellos. Vamos a luchar por un sistema de garantías que evite que haya que ir apagando fuegos.
P. ¿Sus prioridades?
R. Si empezamos por la federación, la situación de las categorías modestas tiene que cambiar. La Segunda B, con un convenio que no sea el de hace 22 años y que garantice el cobro de las cantidades adeudadas. Además, la Tercera debe estar regulada y la federación ha de resolver la deuda que tiene con la AFE, [ronda los siete millones de euros]. No hablamos sólo de un calendario de pagos, que está en buen camino.
P. ¿Cuál es la relación con la Liga de Fútbol Profesional? Varios de sus miembros deben dinero a sus jugadores. A los del Alicante, alrededor de tres millones...
R. Nos hemos encontrado un incumplimiento que nos decepciona porque es un acuerdo firmado, publicado en el BOE e incumplido. No sólo afecta al Alicante y al Murcia, sino también a los jugadores del Xerez y a todos los que se acojan al concurso de acreedores. No lo esperábamos. Es un regalito con el que nos hemos encontrado, que hemos heredado y nos comprometemos a solucionar. Aunque sin la colaboración y la sensibilidad del Gobierno va a ser muy difícil. Las necesitamos.
P. ¿El fin de los males del fútbol modesto pasa por un sistema de avales?
R. Es el mejor. Hemos de ver cómo puede ser viable en el menor tiempo posible. Hasta entonces tenemos que crear un sistema complementario al actual para que el cobro y los derechos de los jugadores estén protegidos. ¿Sabe lo que Olof Palme contestó cuando llegó a Portugal, en la revolución de los claveles, y le dijeron que habían acabado con los ricos? "Yo quiero acabar con los pobres". Pues eso.
P. Movilla le instó a firmar un fondo de garantía para la Segunda B que crecerá de los 300.000 euros al millón. Usted se negó.
R. Es un parche. La categoría tuvo el curso pasado unas deudas de más de cuatro millones. Voy a trabajar por un convenio mejor y por crear uno en Tercera.
P. Muchos futbolistas se quejan del riesgo que asumen al denunciar su situación.
R. Desde la AFE queremos asumir esta función. Vamos contrarreloj y no sé si va a ser posible antes de tres o cuatro meses. No podemos mandar a la guerra a un jugador y que luego sufra consecuencias desagradables.
P. Sus antecesores les echan en cara profesionalizar la AFE.
R. Era un compromiso electoral. Soy amigo de la transparencia y, créame, con dietas y gastos pagados se puede ganar más que con un buen sueldo. ¿Por qué no vas a cobrar un salario por dedicarte profesionalmente a una actividad? Ya hemos suprimido las dietas, reducido los gastos de los viajes...
P. ¿Y qué hay de los mandatos al frente de su organismo?
R. Si la asamblea lo aprueba, ningún presidente va a eternizarse durante más de 20 años. Los mandatos serán de cuatro años y ninguno podrá estar más de ocho o 10. Yo no voy a estar aquí más tiempo.
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