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HISTORIAS DE UN TÍO ALTO | NBA
Columna
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Días perros

En inglés, tenemos una expresión para los peores días de finales del verano, los días en los que se alcanzan temperaturas máximas durante la tarde entre los treinta y muchos y los cuarenta y pocos grados centígrados, cuando todo el mundo está cansado de tener calor y no puede imaginar no estarlo. Los llamamos los días perros del verano.

A medida que se acerca el final de la temporada de la NBA, los fans están sufriendo los días perros de la NBA. Los clubes están cansados de jugar los unos contra los otros, los vendedores de cerveza han perdido la voz y los jugadores de los equipos malos han comenzado los preparativos de sus viajes a Jamaica. Durante un año normal, podría haber cierto suspense a medida que se acercan los playoffs. Pero no en 2010. Los conjuntos ya tienen tan asegurada su entrada en los playoffs como los recién casados en una habitación de hotel.

Dado que tendremos mucho tiempo para hablar sobre los equipos buenos, los días perros nos dan la oportunidad de observar a los equipos de la parte baja de la tabla. Equipos como los Wizards de Washington, que parecen estar intentando ganar un premio con su inédita racha de 11 derrotas. Y equipos como los Nets de Nueva Jersey, que celebraron una visita de los Kings de Sacramento y del jugador Omri Casspi, nacido en Israel, con la Noche Familiar Judía. Siempre me fascina la actitud hacia los equipos malos a finales del año. La apatía es palpable: me asombra que alguien vaya a verlos.

Tiene que haber una manera de conseguir que los equipos de la parte baja de la tabla sigan intentándolo. El descenso no vale. Lo único que queda es la humillación. Supongamos que los Timberwolves y los Nets acaban la temporada en los últimos dos puestos. Al acabar la misma, se juega un partido. El perdedor juega los partidos del año siguiente con el tipo de pantalones cortos superajustados que se hicieron famosos en los años setenta del siglo pasado y dona un millón de dólares a la organización benéfica que elija el ganador.

La trampa: el partido no es entre los equipos. Es entre las plantillas. Los ciudadanos de Minneapolis pueden elegir entre un grupo de tres (el director general, el propietario y el entrenador principal de los Nets) y escoger a dos participantes para un partido de dos contra dos estilo NBA Jam. Lo mismo vale para Washington.

El partido se juega sin camiseta, en una cancha de tierra, en Albuquerque, en julio, con...

Vaya, ¿ven lo que ha pasado? Los días perros, en acción: esa solución es una locura, incluso para mí. Supongo que es lo que ocurre durante los días perros. Empezamos a hacer declaraciones ridículas, como "¡qué ganas tengo de que llegue enero!" o "¡y a mí qué que sea agosto, pienso ponerme el plumas!". Moraleja: no intenten encontrar soluciones para los días perros cuando estén en mitad de ellos.

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