Poeta profundamente humano

Una decena de admiradores, compañeros de profesión y amigos de Francisco Brines se reunieron anoche en el Teatre Olímpia de Oliva para homenajear al poeta en su ciudad natal, y en el marco del Festival de Poesía de Oliva (Poefesta) que este año ha dedicado su encuentro anual a la literatura de uno de sus vecinos más relevantes y queridos.

La artífice fue la también escritora olivense Àngels Gregori, impulsora hace siete años del Poefesta, una cita literaria que reúne en la ciudad a escritores internacionales. Luís García Montero, Alex Susanna, Luís Muñoz, Jaime Siles, Ana Diz, Carlos Marzal, Vicente Gallego, Enric Sòria, Fernando G. Delgado, Antonio Cabrera, Fanny Rubio y la artista Carmen Calvo arroparon al escritor en un acto muy emotivo, en el que recitaron textos del poeta y propios.

Sòria lo definió como "un gran poeta de la elegía"

Cabrera destacó su sensualidad, intuición y hondo pensamiento

Fernando G. Delgado definió su amistad con Brines como "uno de los más grandes privilegios" que le han "otorgado la vida y la literatura". Se conocieron cuanto Delgado tenía 17 años. Desde entonces han mantenido una relación de amistad "directa y cercana", la que ha cultivado el poeta a lo largo de su vida. Porque Brines, perteneciente al grupo conocido como Generación del 50, miembro de la Real Academia Española, Premio Nacional de Poesía, Premio de las Letras Valencianas y Premio Nacional de las Letras Españolas, es, además de uno de los autores más respetados e influyentes de la literatura contemporánea, "profundamente humano", como destacaron ayer los escritores reunidos en Oliva.

"Aparte de un gran poeta es una gran persona", coincidía Enric Sòria, que ha mantenido relación con él desde niño. "Es un gran poeta de la elegía, vitalista, con una fuerza extraordinaria, y una concentración machacosa en los versos que son así lapidarios", señalaba Sòria. Como para todos los escritores presentes ayer en el Olímpia, la literatura de Brines ha sido una influencia clara en su obra. "El tono de su poesía ha sido muy determinante para los poetas de mi generación. La influencia de Cernuda o Aleixandre en su obra estaba también en nuestra línea", señalaba Sòria.

Para el escritor Antonio Cabrera, Brines pasó de ser una "persona inalcanzable", de la que era un lector admirador, a "una de las mejores cosas" que le han pasado. Cabrera resaltaba de la escritura del escritor olivense su "sensualidad y pensamiento muy hondo", y una "intuición" como nadie para "relacionar las cosas conocidas y el pensamiento".

El acto contó también con un acompañamiento musical, a cargo de la soprano Dolores Lahuerta y la cantante Marina Rossell, y los músicos Telmo Gadea y Darío Herraiz, junto a las voces del Cor Santa Cecília.