Alarte reivindica a Lerma en público

El líder de los socialistas valencianos, Jorge Alarte, sacó ayer sonrisa para demostrar que en su partido, como él dice, no hay ni brecha, ni heridas gangrenadas, ni rivalidades insalvables. El secretario general del PSPV organizó la conferencia que dio anoche el ministro José Blanco en el Hotel Valencia Palace y sentó a Joan Lerma a presentar al orador. El ex presidente de la Generalitat evocó los inicios de Blanco, su etapa de joven senador y su trabajo para aglutinar a las familias del partido en torno a José Luis Rodríguez Zapatero. No escatimó en elogios.

Alarte escuchaba relajado: ya había conseguido la foto completa. Cuando llegó al hotel, acompañando a Blanco y Lerma, la plana mayor del socialismo valenciano ya aguardaba. Allí estaban Carmen Alborch, senadora y portavoz municipal; Ricardo Peralta y Luis Felipe Martínez, delegado y subdelegado del Gobierno; Joaquim Puig, alcalde de Morella y antiguo rival de Alarte por la secretaria general del partido o Angel Luna, portavoz del PSPV en las Cortes. La mayoría de concejales y cargos del partido tampoco faltaron, igual que la alcaldesa, Rita Barberá, quien departió unos minutos con Blanco, Peralta y el presidente del Club de Encuentro Manuel Broseta, Francisco Pujol, antes de acceder al auditorio. Mario Flores, consejero de Infraestructuras, representó al PP junto a Barberá y el Director General de Transportes, Vicente Dómine. La primera edil comentó a la salida que desde el punto de vista institucional, el discurso de Blanco había sido "impecable".

La clase empresarial valenciana no quiso ser menos y escoltó al ministro de Fomento hasta el púlpito. Estuvieron los presidentes de Cierval, Rafael Ferrando, de la Asociación Valenciana de Empresarios, Francisco Pons, de la Confederación de Empresarios de Castellón, Rafael Montero, de la Autoridad Portuaria de Valencia, Rafael Aznar o de la Cámara de Comercio, Arturo Virosque.

Alarte desprende síntomas de que el ejercicio de gimnasia política de su primer año y medio de mandato le ha fortalecido. Después de unos primeros meses volcado en la reestructuración interna del partido, el dirigente socialista ya se atreve a dejarle el protagonismo a Lerma o a confiar en que asuntos tan arriesgados como la reserva del Tajo le salgan bien.