Contra las "lapidaciones sumariales"

El diputado general, Xabier Agirre, no ha hablado durante esta semana de lo que realmente importa con quien ha sido su mano derecha, Alfredo de Miguel, hasta la detención de éste. No han tocado los asuntos relacionados con el parque tecnológico de Miñano, ni con las sociedades públicas vinculadas a su gestión como diputado de Administración Local y Equilibrio territorial y como vicepresidente de la Caja Vital, ni siquiera sobre la anomalía de que una sociedad en la que figuraba como promotora su mujer, Ainhoa Bilbao (y otras dos imputadas), Kataia Consulting, estuviera domiciliada en la sociedad gastronómica de la que era socio.

Tampoco se ha hablado de en qué se materializan los presuntos delitos de cohecho, tráfico de influencias y blanqueo de capitales, por los que fue puesto en libertad por el responsable del juzgado de instrucción número 4 de Vitoria hace una semana, después de doce horas de interrogatorio. "Cuando salió de declarar, le pregunté, como es lógico, por su mujer y por sus hijos, por cómo se encontraba. De inmediato, me presentó su dimisión, porque no quería dañar a la diputación foral, acto que le honra", comentó Agirre.

Agirre nombra a Nafarrete dentro de una política de continuidad

"Creo y quiero creer que son inocentes", insistió el diputado general, que ha mantenido varias conversaciones con De Miguel en las que éste sólo le ha hablado de eso, de su inocencia. Bueno, también de cómo fue el arresto, que puede ingresar en el anecdotario policial. Tal y como relató ayer Agirre, varios agentes de la Ertzaintza rodearon el coche de Alfredo de Miguel a las siete de la mañana, cuando éste se dirigía al Estadio (club socio-deportivo impulsado por la Caja Vital) para practicar deporte.

"¿Es usted el diputado general?", le preguntaron. "No, yo soy diputado foral", respondió De Miguel. "Es lo mismo, está usted detenido", le dijeron y procedieron a su arresto para conducirle al Palacio de Justicia, reclamado por el titular del juzgado de Instrucción número 4. Agirre quiso recordar ayer este aspecto insólito de la detención para insistir en la presunción de inocencia de los detenidos. En este sentido, apeló a la responsabilidad de instituciones, partidos y medios de comunicación a que mantengan la presunción de inocencia para que no haya "lapidaciones sumariales" injustas porque, según ha dicho, "no está en juego la honestidad del imputado sino de todas las instituciones".

El diputado general estableció el nombramiento de Iñaki Nafarrate dentro de una política de continuidad dentro del departamento y el organigrama de gobierno. "A falta de un año para la próxima convocatoria, he valorado que no eran necesarios cambios para continuar una labor, la realizada por Txitxo de Miguel, que creo ha sido francamente buena". En este sentido, "Nafarrate era la persona adecuada", concluyó.