San Sebastián da lustre a la obra del vasco-inglés Alberdi
La muestra reúne 91 esculturas de este 'niño de la guerra'
El escultor José Manuel Alberdi (Azkoitia, 1922-Denia, 2008) se formó y creó la mayor parte de sus trabajos en Inglaterra. Allí se trasladó como niño de la guerra en 1937. Pero nunca olvidaría sus raíces. Su obra, influenciada por los maestros ingleses, supo adaptarse a la sensibilidad vasca. La Sala Kutxa Boulevard de San Sebastián dedica desde el pasado jueves y hasta el 25 de abril una exposición antológica con casi piezas de este artista menos conocido en el País Vasco que en su país de adopción.
La muestra alberga 91 esculturas, cuatro dibujos y diferentes fotografías de grandes obras de exterior, la mayor parte de las últimas tres décadas. Algunas proceden del Museo de Bellas Artes de Bilbao, del Artium de Vitoria y de colecciones particulares, si bien la mayoría han sido cedidas por el palacio Insausti de Azkoitia, localidad a la que el artista legó parte de su obra.
Amigo de Henry Moore, mantuvo su vínculo con Euskadi a través la creación
Alberdi, Burruntxali y Joe para los amigos, comenzó su formación a los 13 años en la escuela de Artes y Oficios de San Sebastián por indicación de Ignacio Zuloaga, pero la completó en el extranjero.
Tras el Bombardeo de Gernika, fue uno de los 4.000 niños vascos que fueron trasladados en el transatlántico Habana hasta Inglaterra, donde desarrolló una prestigiosa carrera profesional que le llevó a ser profesor de la San Martin's School of Art de Londres y uno de los pocos extranjeros en ingresar en la Real Sociedad de Escultores Británicos.
Amigo y discípulo de Henry Moore, Alberdi regresó en los años 70 a España. Se instaló cerca de Denia (Alicante) junto a su esposa Cynthya Appleyard, actriz especializada en obras de Shakespeare.
Fue un artista versátil que trabajó diferentes materiales, aunque la madera fue su predilecto. Sus obras pueden verse en diferentes espacios públicos del País Vasco e Inglaterra. Como Pilotari, una escultura instalada en Ondarreta (San Sebastián), cuyo boceto forma parte de la exposición antológica de la Sala Boulevard.
La muestra acoge también el Cristo desgarrado, una talla de dos metros habitualmente ubicada en la iglesia de Azkoitia, así como la obra que Alberdi dedicó a Lope de Aguirre y las máscaras que realizó en su última época. En la planta baja se exponen dos litografías de Henry Moore.
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