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Muchos delitos entre cuatro paredes

Tielmes acoge el primer Museo de Criminología de España

F. Javier Barroso

Un pequeño municipio situado a 42 kilómetros de la Puerta del Sol, Tielmes (2.500 habitantes), se convertirá en un lugar de visita obligada para muchos policías, periodistas e investigadores. Y hasta para muchos particulares. Esta localidad, situada junto a la autovía de Valencia (A-3), acogerá el primer Museo de la Criminología de España, según avanzaron fuentes regionales. En sus salas se podrán ver objetos policiales y penitenciarios de gran relevancia en la historia de España, como los pertenecientes a los asesinatos de Prim, Cánovas del Castillo, Eduardo Dato y Mateo Morral, entre otros, además de todas las piezas del catedrático de Antropología de la Universidad Complutense José Manuel Reverte Comas.

Parte de los fondos vendrá del depósito de los juzgados de Plaza de Castilla

El museo estará repartido en dos edificios. El primero, construido en los años veinte del siglo pasado, ha tenido varios usos. Fue utilizado por las Hijas de la Caridad con niños de protección y huérfanos. Después fue un centro de ejecución de medidas judiciales. En este inmueble se albergaría el museo propiamente dicho. El otro edificio es mucho más moderno. Fue construido hace unos 15 años y dispone de zonas exteriores y jardines y un patio central. Aquí se ubicarán las oficinas y las bases documentales.

En un principio estaba previsto que el museo estuviera en el Campus de la Justicia, en Valdebebas, donde se congregarán todas las sedes judiciales de la capital. La paralización de este enorme proyecto por falta de presupuesto ha motivado que la Consejería de Presidencia, Interior y Justicia, de quien dependerá el museo, haya optado por esta variante. Ha elegido dos inmuebles vinculados a la Agencia para la Reeducación y Reinserción del Menor Infractor.

Los fondos del museo lo formarán las piezas existentes en el depósito de los juzgados de plaza de Castilla, gracias a un acuerdo firmado con el decanato. Entre estas pruebas se encuentran casos muy conocidos, como el del asesino en serie Alfredo Galán, también conocido como el asesino del naipe, que fue condenado por cometer seis homicidios e intentarlo en otras tres ocasiones. Entre las pruebas que mostrará el museo estarán las cartas que arrojaba este criminal a sus víctimas.

También habrá material expuesto proveniente de colecciones particulares, de varios museos y otras piezas gracias a un acuerdo de cesión firmado con la Universidad Complutense.

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Destacan la vasta colección de José Manuel Reverte, fundador del Museo de Antropología Médica-Forense, Paleopatología y Criminalística de esta universidad. Dispone de cráneos de la Edad Media trepanados, una extensa colección de paleopatología, armas homicidas e instrumentos utilizados por delincuentes para cometer robos y atracos, y armas carcelarias, algunos procedentes del antiguo Museo Penitenciario de Madrid. Entre ellos se encuentra el esqueleto de María Jesús Varela Alonso, que fue hallada emparedada en un sótano del mesón El Lobo Feroz, en la calle de Lucientes (Centro), en 1988.

El museo se dividirá en dos partes bien diferenciadas. Se creará un banco de datos que permitirá saber quién es quién en la violencia en cada momento. También habrá una red de archivos de estudios y conocimientos criminológicos, además de materias como balística, toxicología, armamento y bases de ADN para formación e investigación, entre otras.

En la parte de la exposición, el futuro museo mostrará piezas únicas y originales de los mayores y más importantes procesos judiciales que hayan concluido. En lugar de ser guardadas en un sótano, serán expuestos al público, según fuentes de Presidencia, Interior y Justicia. Como ejemplo, los efectos personales del asesino José María Jarabo, de 33 años, que mató a cuatro personas (entre ellas, una mujer embarazada) en 1958. Fue ajusticiado con garrote vil. Precisamente, uno de estos aparatos está expuesto en una de las salas. Los visitantes también podrán ver el maletín antropológico de Alphonse Bertillón, un policía francés que impulsó a finales del siglo XIX los métodos individualizados para la identificación de personas.

Otra estancia estará dedicada a la extensa y valiosa colección única de huesos humanos del profesor y catedrático de Medicina Legal Delfín Vallalaín. El objetivo es que de una forma antropológica los estudiantes y curiosos puedan aprender todo lo necesario sobre restos y huesos humanos. También habrá un taller junto a la exposición, donde los visitantes podrán ver de cerca y tocar una selección del material expuesto, ayudados por expertos en la materia.

Por último, habrá una sala en la que se informará a los visitantes de cómo evitar fraudes, engaños y timos.

Los investigadores también están de enhorabuena, porque podrán acceder como especialistas a piezas de convicción (pruebas, indicios...) y a los sumarios de los casos más importantes de la criminología.

"No pretende ser un museo de los horrores, sino un centro de investigación dedicado a todo el público en general y a los investigadores en particular. Será un centro interactivo y en constante renovación", destacaron fuentes regionales.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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