Todo queda en casa, en Navarra

La firma navarra Azkoyen no atraviesa su mejor momento, después de un ejercicio 2009 en el que ha perdido 3,6 millones de euros, nada que ver con los beneficios de dos millones obtenidos un año antes. Juan Miguel Sucunza tendrá que hacer frente a esta situación y cambiar los números de la multinacional española de las máquinas expendedoras.

Conoce la empresa, no en vano el pasado mes de diciembre fue nombrado vicepresidente y hasta entonces era consejero independiente de la misma, en representación de Berkelium, accionista de referencia, con más de un 5% del capital.

El Consejo de Administración de la multinacional navarra ha aceptado la dimisión de Miguel Iraburu, al frente de Azkoyen desde 1995, y ha acordado por unanimidad darle el bastón de mando a este ingeniero industrial salido de la Universidad de Navarra y con un máster por el IESE. Con la retirada de Iraburu también se ha producido la del consejero Miguel Ángel Canalejo. Y es la segunda dimisión que se produce de un administrador de la compañía en 2010.

Procede del Grupo Berkelium, uno de los accionistas de la multinacional

Juan Miguel Sucunza Nicasio tiene una experiencia internacional grande, ya que como consejero delegado del Grupo Berkelium ha liderado su entrada en 80 países. Esta compañía, tan navarra como Azkoyen y con una historia larga como ella, está especializada en la fabricación de pastillas de freno para automóviles, camiones y ferrocarriles. Y tiene en la firma Icer Brakes su marca más conocida en el sector industrial, donde es un referente mundial.

Azkoyen también lo es y desde hace años tiene los ojos puestos en el extranjero, de donde procede el 70% de su facturación. No en vano está presente en 50 países.

Pero la crisis económica ha afectado a su negocio nacional e internacional, tanto en el área de máquinas vending como en el de medios de pago, en un momento en el que además trataba de digerir la compra de la compañía alemana Primion Technology, adquirida a finales de 2008.

Sucunza ha estado al lado de Iraburu en el diseño de la reestructuración de la compañía, que se ha basado en la reducción de gastos y de personal. De hecho, el hasta ahora presidente de la multinacional señalaba 2009 como un año de transición para Azkoyen, que pretende que se refleje en los resultados del presente ejercicio. Un reto que ahora tendrá que afrontar en solitario Juan Miguel Sucunza.