Paisajes en blanco

Durante el verano austral de 2006, Mireya Masó viajó a la Antártida para abordar, en colaboración con la ecóloga marina Mercedes Masó, un proyecto artístico sobre la dimensión del tiempo, la transformación de paisaje y los límites de la percepción. Ahora, tres años después, la artista concluye su investigación sobre el continente helado con Antártida. Tiempo de cambio, una exposición abierta al público hasta el 27 de junio en el Arts Santa Mònica.

Los conceptos de estatismo y dinamismo se combinan en la exposición, en la que Masó contrapone los sutiles y apenas perceptibles movimientos del espacio en el apartado Ventanas ambientales -balcones de falsas imágenes fijas con la banda sonora del chocar de las gélidas aguas antárticas en una orilla- con el baile de imágenes de la videoinstalación Tiempo de cambios, donde los inmóviles icebergs emprenden súbitos viajes arrastrados por las corrientes marinas y los huracanados vientos. "En la Antártida los cambios son pequeños, a menudo al límite de la percepción, pero acaban produciendo auténticos fenómenos", explica.

La exposición incluye 24 esferas, impresas en la avanzada técnica de 3D, que han diseñado alumnos del Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña a partir de la estructura de las diatomeas, unas algas unicelulares microscópicas que están en el fitoplacton.