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La conmemoración silenciosa del Día del Teatro Infantil

Una decena de compañías vascas trabajan para el público más joven

En el calendario de conmemoraciones culturales, el Día Mundial del Teatro para la Infancia y la Juventud pasa desapercibido. Se celebra hoy convocado por la Assitej (Asociación Internacional del Teatro para la Infancia y la Juventud) con un mensaje de la actriz ya retirada Orna Porat, presidenta de honor de la organización en Israel, que recuerda el poder del teatro para elevar la conciencia, las emociones y los recuerdos.

El público más joven, escribe Porat, descubre en el teatro "nuevas experiencias de vida" y revive "sueños y recuerdos de toda la Humanidad". En el País Vasco, la decena de compañías profesionales que se dedican en exclusiva al teatro para niños, junto a otras que incluyen esporádicamente en su repertorio obras para el público infantil, no celebra la jornada, pese a que el sector ha asentado en los últimos años una programación familiar. En 2009, según los datos que maneja el sector, el teatro infantil ofreció más de 760 funciones de 200 espectáculos, que sumaron unos 160.000 espectadores y lograron recaudar, con entradas sensiblemente más baratas que las del público adulto, medio millón de euros.

Vitoria es la capital vasca que cuenta con mejor programación para la familia

Entre las compañías centradas en los niños figuran grupos veteranos como Markeliñe, otras que en poco tiempo ya se han hecho un hueco (Marie de Jongh) y grupos que han innovado el repertorio hasta ofrecer funciones para bebés (Teatro Paraíso). El peso de esta oferta resulta importante en el sector: la mitad de la producción de las empresas agrupadas en la asociación profesional Eskena se dirige a la infancia y la familia.

"El avance en los últimos años ha sido creciente en el número de espectadores y en la calidad dramática", explica Pilar López, presidenta de la asociación Te-Veo, que suma a medio centenar de compañías de teatro infantil y codirectora del grupo vitoriano Teatro Paraíso. "Una parte importante de la profesión ha hecho una apuesta por el público infantil: no significa que no tengamos solvencia artística o empresarial para hacer obras para adultos. La renovación es mayor en el teatro para niños. Ha crecido en los últimos años en calidad y cantidad", añade.

La Feria Europea de Teatro para Niños y Niñas, que se celebró el mes pasado en Gijón, corroboró los méritos de las producciones vascas seleccionando seis obras. Teatro Paraíso se llevó el premio al mejor espacio escénico por El flautista mágico, y Marie de Jongh, a la mejor interpretación por Humanos.

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Vitoria es la capital vasca que mejor cuida al público infantil y familiar. Su Teatro Principal le dedica 20 espectáculos por temporada, cerca del 20% de su programación, a los que se suman unas 90 sesiones para escolares en el Beñat Etxepare y otras 24 en el Txoro Leku, una casita ubicada en el parque de La Florida. "La respuesta del público es excelente: se cubre el 96% del aforo del Principal y en el resto de los espacios se agotan las entradas", precisa la responsable de los teatros municipales de Vitoria, Marta Monfort.

La irregularidad de la oferta sigue siendo un problema para los programadores, incide Monfort. "Faltan adaptaciones de textos interesantes para niños", destaca. "Y queda mucho que hacer para evitar que el simple entretenimiento vaya en detrimento de la educación y del fomento de las artes escénicas"

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