Sin cartas de Kataia en el 'txoko'

La mayoría de los 24 socios que sustentan la sociedad gastronómica Etxezaharra digieren con evidente malestar la molesta popularidad que les ha supuesto a partir de la detención de ocho cualificados militantes del PNV alavés la proyección mediática de este txoko, fundado en 2008 por un grupo de vitorianos "de toda la vida", asentados sobre una cómoda posición social y económica.

Al disgusto se une la abierta perplejidad por el alcance de la operación judicial y el papel protagonista que se ha atribuido a Alfredo de Miguel, uno de los socios que "jamás ha hecho ostentación de su situación". Ayer mismo, uno de los socios admitía que "aquí he visto a gente con Rolex y a ése (De Miguel), no". Eso sí, otro de sus miembros aseguró ayer con rotundidad "no haber visto jamás" una carta en el buzón del txoko dirigida a la empresa Kataia, que tiene su sede social en este local.

Etxezaharra (casa vieja) aglutina a socios en torno a los 40 años, de todos los perfiles ideológicos posibles y de profesiones liberales muy diversas aunque proliferan abogados -alguno muy conocido en los últimos meses en Vitoria- y empresarios.

El silencio fue ayer el denominador común ante las preguntas de los periodistas. Entre sus socios no recuerdan ahora "comilonas" especiales de "políticos o empresarios famosos" en los que pudiera participar De Miguel, considerado un excelente anfitrión, amante de la gastronomía vasca y conocedor de los buenos caldos de Rioja Alavesa.