_
_
_
_
_
FALLAS 2010

Alarte de ofrenda, Camps en el Palau

El líder socialista se sumerge en Fallas para evidenciar la lejanía del jefe del Consell.-Alborch: "Hay que vivir las cosas con normalidad"

Uno está en la burbuja del poder, el otro se mueve en la calle. El maratón fallero que Jorge Alarte, secretario general del PSPV-PSOE, está protagonizando durante la semana de Fallas está justificado en una tradición familiar -su padre fundó en Alaquàs la falla Miguel Hernández y él mismo presidió la junta central fallera mientras fue alcalde de la localidad- pero tiene un objetivo político concreto. No se trata sólo de volver a conectar con el mundo de la fiesta, de certificar que la izquierda valenciana ha superado viejos complejos y malentendidos. La intención es hacer ostensible el contraste. Mientras el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, esquivo desde que estalló el escándalo de corrupción del caso Gürtel, recibe a las comisiones en la Palau de la Generalitat y apenas se ha dejado ver en el balcón del Ayuntamiento el día que acompañó a Mariano Rajoy, el líder de los socialistas valencianos habrá visitado, cuando acaben las fiestas, más de 25 fallas, habrá contemplado como mínimo ocho mascletades, asistido a una corrida de toros, participado en una chocolatada solidaria, admirado la Nit del Foc y desfilado, ayer mismo, en la ofrenda de flores a la Mare de Déu dels Desemparats como un fallero de la veterana comisión de Na Jordana.

"La política se hace a veces con discursos y a veces con gestos"
Unos pocos gritaron a la vicepresidenta minutos antes de empezar la 'mascletà'

Camps dedicó ayer toda su agenda oficial a las Fallas sin salir del Palau de la Generalitat, donde recibió a las comisiones del barrio de El Carme; a los integrantes de la sección especial y a los emigrantes que han regresado a Valencia en fiestas. Alarte se pateó la calle.Camps, que ha evitado este año darse un baño de masas, entregó ayer el premio President de la Generalitat a Jesús Barrachina y a los falleros que le acompañaban de la comisión Convento Jerusalen-Matemático Marzal, primer premio de la categoría especial. Barrachina, que estaba exultante, manifestó que hasta ahora quedar segundo [tras Nou Campanar] era ganar. El jefe del Consell no ocultaba su satisfacción por el desfile de comisiones (32, nada menos) que le regalaron insignias (bunyols d'or incluidos) y objetos típicos valencianos como socarrats y platos y figuras de cerámica.

El líder de la oposición, por su parte, ha preferido sumergirse en un programa intensivo que él mismo definía ayer con un expresivo: "Falla, falla y falla". Poco antes de iniciar el desfile de la ofrenda de flores, cerca de las ocho de la tarde, Jorge Alarte recordaba su tradición fallera en Alaquàs y aseguraba: "Sinceramente, me gusta. Lo extraño hubiera sido no vestirme este año". Y añadía: "Ser valenciano, fallero, de izquierdas y moderno es perfectamente compatible". El secretario general de los socialistas valencianos explicó el planteamiento con el que ha afrontado las fiestas: "Hemos decidido asumir el programa oficial de la Fallas, pero también visitar al menos una comisión de cada distrito de la ciudad, en algunos casos más. Se trata de una estrategia para reconciliarnos con la verdad: que el PSPV-PSOE no es un partido antivalenciano ni antifallero".

Afirmó Alarte haberse sentido a gusto allí donde ha ido estos días, a veces ya de madrugada, acompañado por otros dirigentes y cargos del partido, como el secretario general de Valencia, Salvador Broseta, y la portavoz municipal, Carmen Alborch, que abrió camino hace tiempo -desde la mismísima campaña electoral de 2007 con una famosa geganta que la representaba- a la presencia socialista en las Fallas. Comentaba ayer Alborch: "Hay que vivir las cosas con normalidad. En el mundo fallero hay mucha gente socialista y también mucho respeto de todo el mundo, aunque no comparta tus ideas".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

"La política se hace a veces con discursos y a veces con gestos", explicó Alarte en relación con su agotadora semana fallera. Unos gestos que, puntualizó, encajan con la nueva manera de actuar que intenta promover en el PSPV-PSOE. "Las políticas de proximidad necesitan tiempo y la organización en Valencia tiene que empezar a acostumbrarse".

A la presencia socialista en Fallas han contribuido la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, que estuvo ayer en la mascletà, o la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, que estará hoy en el balcón municipal. Entre las fallas que Alarte tenía previsto visitar anoche estaba la de Ángel del Alcázar-José Maestre, a la que pertenece la diputada de Compromís Mònica Oltra, que desfiló en la ofrenda dos horas antes que él. Una de estas noches, en la visita a una comisión del barrio de Russafa, la de las calles de Sevilla y Dénia, Alarte, Alborch y Broseta escribieron respuestas al lema de la falla: "Què agranaries de la ciutat de València?". El líder de los socialistas valencianos respondió que barrería de la ciudad el paro y una determinada forma de hacer política.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_