Ayala aboga por acercar el Superior al resto de las instituciones oficiales
Considera el tribunal como un "servicio público" que debe abrirse a la sociedad
Es quizá el menos conocido de los tres aspirantes que concurren a la presidencia del Tribunal Superior, pero figura en buena parte de las quinielas para alcanzar el puesto. Quizá porque su figura parece la más neutral. Si Juan Mateo Ayala ha decidido presentarse por segunda vez al cargo, pese a que en la anterior ocasión no pasó ni siquiera la primera criba, es porque alberga posibilidades. Pasado mañana expondrá en público un proyecto que aboga en su eje medular por mejorar las relaciones del alto tribunal vasco con las instituciones oficiales.
En la memoria perduran los rifirrafes que el todavía presidente en funciones, Fernando Ruiz Piñeiro, mantuvo con el anterior Gobierno autónomo del PNV. Tensión que se ha rebajado tras la llegada del PSE al Ejecutivo. En esta imagen de reconciliación es en la que pretende incidir Ayala gracias a su perfil de consenso, desvinculado de cualquier asociación judicial e ideología. Su programa lo recoge al abogar por la coordinación del Superior con otros "grandes actores" de la Justicia como el Ministerio, el Departamento vasco y el Consejo General del Poder Judicial. Con "respeto" a las competencias ajenas y "manejando bien" las que puedan entrar en conflicto.
Modernización y seguridad figuran también como ejes de su programa
El actual presidente del Centro de Documentación Judicial (Cendoj) dibuja la presidencia del Superior como un puesto encaminado, sobre todo, a "trabajar de la mano" con la Sala de Gobierno del alto tribunal vasco y otros órganos gubernativos como las audiencias provinciales y los decanatos. Como trasfondo late una idea de "servicio público" de la actividad y de conveniente apertura a la sociedad, para alejar la imagen actual de "enclaustramiento".
Las relaciones y la transparencia guían la propuesta de Ayala, pero no la protagonizan en exclusiva. Su programa, con una decena y media de folios como extensión aproximada, aborda también las apuestas estratégicas desveladas ya por uno de sus rivales por la presidencia: Jaime Tapia. Incide en la necesidad de mantener la inversión en tecnología para mantener a Euskadi como una de las comunidades punteras en lo que a modernización de la Justicia se refiere. Una cuestión a la que no ha sido ajeno desde su cargo al frente del Cendoj. Tampoco olvida la cuestión de la seguridad, especialmente sensible en el País Vasco debido a la amenaza que el terrorismo ejerce sobre los magistrados y las sedes de organismos judiciales.
El horizonte que dibuja Ayala es optimista pese a todo. Se refiere a una comunidad autónoma de tamaño razonable, con un número de órganos "gobernable" y en la que el Departamento de Justicia se ha involucrado en lo que a edificios y medios tecnológicos se refiere. En consecuencia, Euskadi lidera la nueva oficina judicial y soporta una pendencia de litigios menor que la media española. Datos positivos, reconocidos por el director del Cendoj, que no hacen sino demostrar su ambicioso carácter. "Hay que mejorar". Su objetivo es hacerlo desde el más alto escalafón del Superior, a través de una acción razonada y consensuada con el resto de los protagonistas judiciales.
Perfil
Director del Cendoj y en excedencia de su puesto en la Audiencia de Vizcaya, Juan Mateo Ayala aspira ahora a su reto más ambicioso como magistrado. Nació en 1960 en Valladolid y llegó a los 26 años al País Vasco, donde ha afrontado ya casi la mitad de su vida. Vino por voluntad propia y encontró a su mujer. Ejerció en Galdakao, Gernika y Bilbao antes de recalar en el Centro de Documentación Judicial.
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