Una juez imputa a un policía de Sevilla de cohecho

La juez Mercedes Alaya ha imputado a un agente de la policía de Sevilla por supuestamente recibir dinero de una trama de estafa inmobiliaria. El policía está imputado de cohecho, prevaricación omisiva y omisión del deber de perseguir delitos, y desde el verano de 2008 se encuentra suspendido de empleo y sueldo. Ahora la juez Alaya, que también es la instructora del caso Mercasevilla, ha emitido un auto de apertura de procedimiento abreviado tras las pesquisas, que se han prolongado durante un año y medio, en el que concreta las acusaciones contra el agente E. G. L., que pertenecía al Grupo de Delitos Económicos. Junto al policía está imputado un matrimonio responsable del supuesto cohecho.

"Mi marido pagó al agente 1.000 euros por los logros obtenidos"

A la policía de Sevilla se le acumulan los problemas y las ovejas negras. Tras el robo de 154 kilos de droga de los calabozos de la Jefatura Superior de Sevilla y la detención de un miembro de la Udyco como autor de la sustracción, ahora tiene otro agente imputado.

La magistrada le acusa de ignorar la detención de una supuesta miembro de una trama de estafas que ella había ordenado, y beneficiarla. Según la juez, el agente recibió presuntamente 1.000 euros por parte del matrimonio. "M. C. V., conocido desde hacía tiempo del Sr. G. haciendo entrega ambos de una determinada suma de dinero al referido agente para corromperle y no realizar la investigación judicial encomendada", subraya la juez en su auto del 2 de febrero.

El agente se dirigió supuestamente a casa de la mujer para desvelarle las investigaciones que el Juzgado 6 de Instrucción desarrollaba entonces, y le pidió 2.000 euros como comisión ilegal para darle su protección.

La magistrada acusa al agente de un comportamiento impropio y delictivo: "El imputado (...) realiza sorprendentes manifestaciones, tratando de exculpar a la citada M. D. R. [miembro de la red] de la estafa inmobiliaria que este mismo juzgado estaba investigando", subraya la juez.

El agente supuestamente manipuló la declaración de la imputada en la investigación por estafa, y luego informó al matrimonio de que había logrado dejar en suspenso la orden de detención en contra de la mujer. "Incluso hizo referencia a una conversación telefónica entre esta instructora y el policía inculpado sobre los motivos de por qué este último no había llevado a efecto la referida detención", detalla el auto. La imputada confirmó a la juez que "su marido pagó al policía 1.000 euros como contraprestación a los logros obtenidos".