Adquisiciones con reflejo contable
El término "Purchase Price Allocation" (también denominado "Asignación del Precio Pagado" o "PPA") es un concepto contable relativamente reciente y que tiene un componente financiero de valoración de activos muy importante.
Desde la entrada en vigor del nuevo Plan general Contable en España en el ejercicio 2009, todas aquellas empresas que adquieran el control de otras compañías (bien mediante una adquisición o en general mediante una combinación de negocios) deberán asignar el precio pagado por la misma entre los diferentes activos y pasivos identificados de la compañía adquirida, de tal manera que la diferencia entre el precio pagado y el valor razonable de dichos activos y pasivos será el fondo de comercio.
Es decir, un PPA consiste en asignar el importe del precio de una transacción entre el valor razonable de los distintos grupos de activos adquiridos, y así reflejarlos fielmente en los estados financieros de la compañía adquirente, distinguiendo entre activos tangibles e intangibles, pasivos y fondo de comercio.
En la figura adjunta se muestran las principales etapas a seguir para la realización de un PPA. De estas etapas, la principal es aquella en la que se lleva a cabo la identificación de los activos (tangibles e intangibles) y pasivos y el cálculo de su valor razonable.
El proceso del PPA conlleva frecuentemente la revalorización de activos tangibles y la posible afloración de activos intangibles (incluyendo el fondo de comercio) en los estados financieros consolidados de la empresa adquirente. Estas revalorizaciones y/o afloraciones tienen implicaciones, entre otras, de carácter contable y fiscal, como por ejemplo:
Impacto en el Balance, en el sentido en que el activo total se ve incrementado, dado que los intangibles generalmente sólo tienen reflejo contable cuando se produce una adquisición.
Impacto en la Cuenta de Resultados: si los activos intangibles aflorados tienen vida finita, deberán ser amortizados durante su vida útil estimada. Es importante en este punto destacar que tanto los activos de vida indefinida como el fondo de comercio resultante no se amortizan, pero estarían sometidos a un test de deterioro anual, con las implicaciones que ello tiene, dado que en el caso de que exista deterioro en el Fondo de Comercio, dicho deterioro se registra íntegramente contra la cuenta de Pérdidas y Ganancias.
Impacto fiscal: puesto que en determinadas circunstancias (que deben ser siempre analizadas por expertos fiscales) en procesos de adquisición/fusión de empresas españolas, una gran parte de esa amortización contable de activos intangibles y del fondo de comercio podría ser también fiscalmente deducible.
Dada la enorme complejidad de estos procesos y las implicaciones anteriormente descritas, para realizar un PPA siempre es recomendable contar con el asesoramiento de una firma multidisciplinar especializada. -
Javier Sánchez Ramos es socio de Ernst & Young Transaction Advisory Services.
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