El PSdeG exige a la Xunta que pague ya a las maltratadas

Los retrasos en el pago del Salario da Liberdade, el programa de ayudas que el bipartito institucionalizó para las mujeres víctimas de malos tratos, llegarán al Parlamento de la mano del PSdeG. Este partido denuncia "la grave irresponsabilidad del Gobierno de Feijóo" que ha admitido demoras de varios meses en el abono de las ayudas -en algunos servicios de igualdade constatan retrasos de un año- y tildan de "auténtico escándalo" la gestión de la Xunta.

El viceportavoz del grupo parlamentario socialista, José Manuel Lage Tuñas, avanzó ayer que pedirá la comparecencia urgente del conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda. En el próximo pleno, el diputado del PSdeG volverá sobre las palabras de Rueda en la oposición cuando éste censuraba con dureza en 2007 que el departamento de Vicepresidencia encabezado por Anxo Quintana retrasase esas ayudas durante siete meses. "¿Qué dira ahora?, es una buena prueba de la doble moral y de la doble vara de medir que aplican Feijóo y Rueda", criticó.

La también parlamentaria socialista subrayó que la situación de muchas víctimas de la violencia machista es ya "insostenible". Subraya que estas mujeres encontraban en el Salario da liberdade "una remuneración económica temporal pero inmediata que le permitía romper con su drama personal y abrir una nueva etapa en sus vidas".

Globos machistas

La polémica surge en la misma semana en que se celebró el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, que la Xunta decidió conmemorar con un polémico acto en la Praza do Obradoiro. El pasado lunes, tanto el conselleiro de Industria, Javier Guerra, como la titular de Traballo e Benestar, Beatriz Mato, acudieron a una suelta de globos en la que se dejaron fotografiar disfrazados con roles machistas. Así, Guerra apareció ataviado con una falda y una fregona elaboradas con globos y Mato, en cambio, posó con un maletín de ejecutivo. Durante dos días enteros, la oposición en el Parlamento exigió una disculpa de los dos conselleiros que nunca se produjo. Guerra explicó que daba por buenas esas fotografías si servían para llamar la atención sobre el problema de la desigualdad que sufren algunas mujeres.

Su compañero de gabinete, el conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda, aseguró sentirse "orgulloso" de un acto que fue duramente censurado por partidos y colectivos feministas.