_
_
_
_
Crónica:VALENCIA 1 - WERDER BREMEN 1 | LIGA EUROPA | Ida de los octavos de final
Crónica
Texto informativo con interpretación

Exhibición de coraje del Valencia

El equipo de Emery se sobrepone a un penalti, una expulsión y la lesión de Villa

Guiado por un gigantesco Silva, el Valencia tiró de coraje para sobreponerse a todas las adversidades posibles y llegar con vida a la vuelta del próximo jueves en Bremen. Un penalti en contra muy discutible, la expulsión de Banega y, ya al final, la marcha de Villa por una luxación de hombro. Pese a eso, el Valencia fuera mejor que un notable Bremen, al que mereció doblegar por intensidad y empeño.

Partido precioso, de costa a costa, con dos equipos que juegan y dejan jugar. Muy equilibrado hasta que el árbitro intervino inopinadamente. Señaló como penalti un empujoncito de Ever Banega a Pizarro tras el saque de una falta lateral. La grada de Mestalla se quedó helada, pero el capitán Frings adelantó a los alemanes desde los 11 metros.

VALENCIA 1 - WERDER BREMEN 1

Valencia: César; Miguel, Navarro, Delablert, Alexis (Jordi Alba, m. 46); Pablo, Marchena, Banega, Mata (Joaquín, m. 75); Silva; y Villa (Baraja, m. 83). No utilizados: César, Maduro, Fernandes y Zigic.

Werder Bremen: Wiese; Fritz, Mertesacker, Naldo, Pasanen; Frings, Borowski; Marin (Bargfrede, m. 60), Hunt, Özil (Jensen, m. 75); y Pizarro. No utilizados: Vander, Abdennour, Prödl, Husejinovic, Rosenberg.

Goles: 0-1. M. 23. Frings, de penalti. 1-1. M. 56. Mata aprovecha un rechace de la defensa tras un remate de Silva.

Árbitro: Martin Atkinson. Expulsó a Banega (m. 54) con roja directa. Amonestó a Borowski, Frings, Pasanen, César, Marchena, Bargfrede, Naldo, Wiese

Unos 45.000 espectadores en Mestalla.

El Werder, ahora con mucho más espacio, explotó la velocidad y la habilidad de Marko Marin, que puso dos veces a prueba a César, las dos con éxito para el veterano portero de Coria. El cuadro de Emery dispuso de mucho dominio sin premio. De ahí el cabreo de Marchena cuando el árbitro sólo añadió un minuto de prolongación al final de la primera parte. Los valencianistas necesitaban tiempo para que el fútbol les hiciera justicia.

Emery tuvo una decisión valiente en el descanso: dar paso a Jordi Alba, un extremo izquierdo, por el lateral izquierdo Alexis. Es decir, el Valencia pasaba a jugar con tres defensas, ganando mucha profundidad por una banda, la izquierda, que había estado seca en la primera parte.

Claro que, a la contra, el Werder volvía a llegar con mucha claridad. La que le ofreció la pérdida de balones de Marchena en el centro del campo, aprovechada por Özil para servir el remate de Pizarro. El zurdazo del peruano lo salvó César en una gran parada. El partido estaba roto y Marko Marin cayó en el área pidiendo un penalti de Banega, quien, poco después, y con el balón en la otra esquina del campo, recibió al visita admonitoria del árbitro, instado por su asistente. Lo expulsó, supuestamente por un manotazo al escurridizo Marin.

Espoleado por tantas adversidad, el Valencia se creció al quedarse con uno menos. Atacó como un kamikaze y Pablo empezó a romper al Bremen por las esquinas. Sus pases al centro los recibía casi siempre Silva, que propició, tras un remate rechazado, el empate de Mata.

Silva se creció en la creación y en la recuperación, retrasado para ocupar también la posición abandonada por Banega. Jordi Alba, que no jugaba desde hace meses, se multiplicó en el trabajo tanto defensivo como atacante. El Werder se conformaba con el emapte y el Valencia apeló a la heroica en acciones siempre al límite, como la de Navarro al quitarle el gol de la boca a Pizarro. Esta vez sí, Mestalla se fue contenta a casa. No había nada que reprocharse.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_