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Reportaje:LIGA DE CAMPEONES | Vuelta de los octavos de final

Robben tiene la pelota

Ante el Fiorentina, el Bayern confía en el ex madridista, cuyo nivel es "espectacular"

Jordi Quixano

Quedó claro bien pronto. A Arjen Robben (Holanda, 1984), extremo del Bayern, no se le toca. Tan explosivo en velocidad como frágil de músculos, el ex madridista no puede recibir más golpes de los necesarios. Por eso se encaró en uno de los primeros entrenamientos con su compañero Lahm, que le hizo una dura entrada y se llevó de todo menos piropos. Y por eso se rechazó en principio desde la secretaría técnica del club muniqués el fichaje del quebradizo delantero. Pero fue el persistente técnico Louis van Gaal quien exigió su incorporación, por más que el Madrid lo tasara en 25 millones de euros. Siempre con la pelota pegada al pie y la cabeza gacha, Robben ha respondido con brillantez, hasta el punto de que nadie duda de que, por rendimiento, es el mejor del equipo esta temporada. Hoy enfoca al Fiorentina tras ganar en la ida (2-1) en el Allianz Arena.

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La Bundesliga se le queda pequeña a Robben, que ha congeniado con la afición del Bayern por su sempiterna sonrisa. Ha disputado 16 partidos, ha marcado ocho goles y, de paso, ha sido designado el mejor del encuentro en seis ocasiones. Los números los redondea en la Champions y la Copa con 10 goles en 22 duelos.

"Lo está haciendo realmente bien. Su nivel es espectacular", destaca con orgullo desde la dirección deportiva Wolfgang Dremmler, que se salta la orden que tienen de no hablar sobre los futbolistas porque entiende que Robben se merece todos los elogios. Dremmler ganó cuatro Ligas con el Bayern en la década de los 80, fue defensa titular de la Alemania Federal subcampeona del Mundial de España 1982 y de fútbol entiende un rato. "A Robben es muy difícil pararlo por su velocidad y regate", amplía.

Lo curioso es que Robben sólo ha completado seis partidos, pendiente el cuerpo técnico de su fragilidad. Y ha sufrido una intervención quirúrgica en octubre por unas molestias en la rodilla derecha que le alejaron de los terrenos de juego un mes. "No es una lesión grave. El menisco y los ligamentos están bien", explicó con alivio Van Gaal, entrenador que aplica la mano dura con todos los futbolistas, pero que ya ha desistido de inculcar a Robben, su ojito derecho, el rigor táctico que le define. Tanto en el Chelsea como en el Madrid, el poso que dejó Robben fue similar. Se le calificó de veloz y habilidoso, pero poco generoso. Siempre se le ha recriminado que no juega en equipo. Van Persie lo aclaró en el Mundial de Alemania 2006: "A veces hace lo que le interesa, no lo que le conviene al grupo". En el Bayern ocurre algo similar, pero su calidad se antepone, de momento, a su egoísmo.

Afincado en el exclusivo barrio de Grünwald junto a Demichelis y Van Bommel, Robben aguarda el nacimiento de su segundo hijo y su explosión definitiva en Europa. "Necesitamos al mejor Robben para batir al Fiorentina", aclara Dremmler. Más aún cuando no es segura la participación de la otra estrella, Ribéry, que tiene ligeras molestias musculares.

Cesc, baja en el Arsenal

El capitán del Arsenal, Cesc. no participó ayer en el entrenamiento debido a la lesión de ligamentos que sufrió el fin de semana pasado ante el Burnley. Su participación en el partido de esta noche ante el Oporto (2-1 en la ida para el cuadro luso) en el Emirates Stadium está, pues, descartada. El club inglés tiene también las bajas de Gallas y Ramsey mientras el Oporto podrá contar con el delantero Hulk, sancionado con cuatro meses en su Liga por agredir a un comisario de seguridad en el túnel de vestuarios tras medirse al Benfica.

Robben, durante un partido.
Robben, durante un partido.REUTERS

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