El Barça se desgaja

El Barcelona se reconoce incluso habiendo perdido el liderato, algo que no sucedía desde la jornada 11, cuando el Madrid aventajaba en un punto (28 a 27) a los hombres de Guardiola. "¡Que no cunda el pánico!", avisan en el cuerpo técnico, donde se refresca la memoria para combatir el pesimismo que, perdido el primer puesto, sacude a parte del entorno, siempre negativo.

Se pregunta el cuerpo técnico dónde estaba el equipo hace un año y dónde está ahora y la respuesta resulta demoledora: "Hemos ganado seis títulos y estamos empatados a puntos con el líder, el mejor Madrid de los últimos años, que se ha gastado 275 millones de euros en remozar la plantilla", avisan. "Estamos orgullosos de plantarles cara", insisten, antes de recordar que el Barcelona estará entre los ocho mejores de Europa si defiende el 1-1 conseguido en Stuttgart en octavos de la Champions.

El Madrid remata más y mejor: han marcado 16 jugadores, por 13 en el campeón

Los técnicos creen que el conjunto acusa especialmente la baja de Keita

"No esperaba otra situación que ésta, sabía que iba a ser muy duro aguantar el tirón a un equipo como el Madrid", sostiene Guardiola, que añade: "Gastándose la pasta que se ha gastado el Madrid, faltaría más que no estuviera peleando por el liderato como lo está haciendo". Guardiola es el primero en asumir que su equipo no está fino, el primero en ponerse las pilas buscando soluciones, el primero en avisar que todo cuesta mucho trabajo, cada vez más.

Con la misma naturalidad que el año pasado manejó la plantilla hasta ganar tres títulos en el tramo final de la temporada -Copa del Rey, Liga y Champions-, el técnico asume ahora que el plantel es el que es y da para lo que da, zurrado como llega por el calendario, tras haberse desgajado poco a poco y de manera sostenida. Si el curso pasado Guardiola ganó para la causa a Henry y a Márquez, de buenas a primeras, activó a Keita hasta hacerle entender de qué iba la película, convirtió a Touré en chico para todo y tendió su mano para que subieran al carro a Busquets y Pedro, en lo que va de año las cosas son diferentes. Mirando en perspectiva, hasta cinco jugadores, imprescindibles entonces, han desaparecido del mapa. A estas alturas, Keita, lesionado, mira los partidos desde la grada, como Abidal; Henry ha bajado los brazos y parece resignado a su desgracia; Márquez está llegando desde que comenzó la fiesta pero no acaba de asomar; y Touré, irreconocible, refunfuña cuando juega y cuando no juega. Para colmo, no ha sabido o no ha podido darle minutos a Bojan. Guardiola ha usado a 24 futbolistas, 14 de ellos canteranos, desde que comenzó la Liga, por los 27 que ya había usado en su primera temporada a estas alturas. Creen en el cuerpo técnico que el equipo está acusando muy especialmente la ausencia de Keita: "Nos daba mucha profundidad. Es un jugador aguerrido, que nos ayuda mucho, y con recorrido, así que junta mucho las líneas". Sin él, el equipo ha perdido tensión en el medio.

Más allá de la falta de voltaje en el juego, el Barcelona pierde en la comparación con el líder por la pegada. Tienen más puntería los futbolistas de Chamartín (16 futbolistas han marcado al menos un gol, por 13 en el Barcelona) y también tiran más (196 por 173 remates a puerta). Así que la mejor diferencia de goles -47 goles a favor del Madrid entre marcados y recibidos, por 45 del Barcelona- les concede el liderato.

Descartado que al equipo se le haya pasado el hambre de títulos -"son ganadores, quieren más, se les nota en la mirada", dicen los técnicos-, en el club miran a los árbitros. "Los han asustado y nos pitan con miedo al vídeo, pensando en las portadas antes que en el partido", sisean desde los despachos. "Esto no se ha acabado", responde el equipo. El campeón resiste.