"Yo también puedo jugar con Kaká"

Rafael Van der Vaart dejó en evidencia ayer que el Madrid necesita un cambio radical en su medio campo si quiere conquistar un título. El holandés, autor del gol del triunfo, lanzó un mensaje nítido. Dentro y fuera del campo. "Ha sido mi gol más importante con el Madrid", dijo, al salir del vestuario con la camiseta del partido envuelta bajo el brazo. "Son tres puntos muy importantes. Ha sido un partido muy emocionante y el público lo ha sentido así. En la primera parte lo hemos hecho mal pero en la segunda hemos jugado como un equipo. El Barça está nervioso. El camino es largo pero ahora nosotros tenemos confianza de que podemos ganar la Liga".

Cuando Manuel Pellegrini se decidió a hacer los cambios, en la segunda parte, el Sevilla ganaba 0-2. El entrenador se arriesgó cuando no tenía nada que perder. Sólo entonces metió a Guti y a Van der Vaart. Y en sólo un cuarto de hora el Madrid marcó dos goles y tiró tres veces a los palos. A Jesús Navas le pareció evidente: "La entrada de Guti y Van der Vaart le ha dado otro ritmo al Madrid. Con ellos han empezado a controlar el partido".

Con el correr de la temporada, Pellegrini ha empezado a mostrarse incómodo bajo presión. El entrenador del Madrid actúa como si temiese la destitución a la vuelta de un mal resultado. Se comporta como si en el club no le apoyase nadie y sus temores se reflejan en sus alineaciones. Cuanto más decisivos han sido los partidos, más conservadoras han sido las decisiones de Pellegrini. Ayer, cuando empezaba la época de las decisiones irrevocables, el técnico planteó el partido más pendiente de neutralizar las armas del Sevilla que de potenciar las propias. Para empezar, blindó su medio campo para frenar a Navas y a Perotti. Atornilló a Lass en el interior derecho, puso a Arbeloa en el lateral izquierdo, y adelantó a Marcelo para evitar que Navas le practicara el boquete que le hizo en la ida. El resultado de tanta prudencia fue revelador de la naturaleza impredecible del fútbol: en el minuto nueve, Navas se fue de Arbeloa y de su centro llegó el primer gol del Sevilla.

Después del partido, Pellegrini negó que pensara en protegerse de Navas. "Mi análisis es que este medio campo [Xabi, Lass y Marcelo] dio muchas satisfacciones a los hinchas. Hemos ganado muchos partidos así. Además, ni Van der Vaart ni Guti estaban para jugar 90 minutos. Con la alineación inicial el equipo pudo concretar varias ocasiones. Erramos cuatro o cinco goles muy claros". Por si acaso, Van der Vaart anunció que ya está listo para ser titular contra el Lyon y contra quien haga falta. "Estuve lesionado dos semanas pero cada día estoy mejor", afirmó con gran olfato político. "Además, que yo sea titular no significa que Kaká tenga que salir. Yo también puedo jugar con él".

Pellegrini no atribuyó el mal juego de su equipo en la primera parte a la alineación inicial sino a la falta de atención. "Estábamos muy dormidos en los primeros 15 minutos", dijo el técnico. "Salimos pendientes del partido del Barcelona, y con la influencia mental de la Champions. Salimos absolutamente idos y tuve que gritar un poco más de lo normal. De entrada, no nos salió el partido que esperábamos. Haberle remontado un 0-2 al Sevilla, un equipo tan desequilibrante y que maneja tan bien los partidos, tiene un gran mérito. Esta victoria tiene un valor psicológico. Descontar estos tres puntos al Barça ha sido un paso muy importante. Ahora, el que se equivoque menos de aquí al final de temporada se quedará con la Liga".

El entrenador madridista se pasó el partido dando voces en la zona técnica, algo inusual en él. Al cabo de la velada tenía las cuerdas vocales castigadas. "No pensamos en el partido de ida, ni en frenar a Navas con Marcelo y Arbeloa", dijo. "Armamos la defensa con Arbeloa en la izquierda pensando en que el miércoles tendrá que jugar así contra el Olympique".

Manolo Jiménez, el entrenador del Sevilla, prefirió pensar que a su equipo lo aplastó una apisonadora imposible de frenar: "Éste es el mejor Madrid que yo he visto. Han apretado de lo lindo. Han hecho el fútbol eléctrico que saben hacer. Sinceramente, para mí este Madrid es eléctrico. Hay una serie de jugadores que cuando cogen el balón tienen una verticalidad, una potencia y una velocidad impresionantes. Ni con el 0-2 he visto cerrado el partido. En el segundo tiempo el Madrid ha salido como un cohete. Nos han ganado a base de empuje. La lesión de Konko nos ha trastocado mucho los planes porque nos ayudaba a cerrar muy bien por dentro".