"La contribucion de la prensa al debate democrático es esencial"

EL PAIS.- ¿Cómo puede calificarse la situación de la libertad de prensa en el mundo actual? ¿Cuál es, en su opinión, la causa de las restricciones a esta libertad?ANDRE FONTAINE. -La libertad de prensa atraviesa por unos momentos difíciles por varias razones, pero fundamentalmente porque la libertad de prensa es muy frágil en todos los tiempos y en todos los lugares, y porque la crisis de la libertad de prensa es paralela a la crisis de la democracia.

La crisis específica de la libertad de prensa puesta de manifiesto en el último Informe Galliner del Instituto Internacional de Prensa y que detecta restricciones en el ejercicio de dicha libertad y la intensificación de las persecuciones a los periodistas, se centra en la distorsión que en la misma provocan los grupos de presión (llámese poder político, partidos, grupos económicos y monopolios). A todos estos grupos la prensa independiente -como medio útil en la medida que propaga informacíones e ideas- les plantea serios problemas, ya que, de una parte, puede poner dificultades a la difusión de los intereses de esos grupos y por otra Puede dar informaciones críticas sobre los mismos.

EL PAIS.- En la tensión prensa-poder, ¿qué causas pueden señalarse como determinantes de ese enfrentamiento?

A. F.- Frente al poder, la prensa independiente plantea dos díficultades esenciales: por una parte la prensa actúa como barómetro de la realidad y de la aceptación de ese poder en el seno de cada sociedad concreta. Por otra parte la prensa puede presentarse asumiendo una función de crítica constante de ese poder. Naturalmente este tipo de prensa (independiente) suele ser censurada o perseguida por ese poder.

EL PAIS.-¿Qué papel puede desempeñar la prensa en los momentos actuales de transición en España?

A. F.-En este país, que está pasando a una sociedad democrática, creo que la contribución de la prensa a este debate democrático es esencial. Es necesario, entre otras cosas, que el público tome conciencia de las diferencias en la consideración del problema que ahora se debate a nivel nacional. En este primer período de información, la prensa -me refiero a la prensa libre- desempeñará un papel fundamental a la hora de sentar las bases de una sociedad pluralista y democrática. Una vez establecida la democracia, las tendencias de la prensa libre se replegarán a las funciones de corrección, crítica y equilibrio de la nueva convivencia. Mientras que la prensa de partido, en este concierto, puede tener una cierta pujanza inicial, es probable que más adelante disminuya su importancia, como ha sucedido en Francia y en otros países, porque un órgano de Partido en definitiva representa únicamente sus propios intereses o los de un grupo concreto.

EL PAIS.-¿Qué líneas básicas señalaría usted como más adecuadas para garantizar la independencia de la prensa?

A. F.-Hoy por hoy la manera más eficaz y que más se acerca a lo que debe ser la garantía de la independencia de la prensa se sitúa a un nivel general en la libre concurrencia de empresas informativas.

La explotación del periódico (o del medio de que se trate) reposa sobre dos únicas columnas: las ventas y la publicidad. Desde el punto de vista de la propiedad de la empresa estas dos cosas garantizan la independencia. El lector, de esta forma, elíje el periódico de su preferencia. A un nivel interno, desde dentro de los profesionales de la información que trabajan en el medio, podemos encontrarnos fundamentalmente con tres fenómenos (al menos en Francia los hay) diferentes aunque tendentes a lo mismo: los sindicatos de prensa de los periodistas, las sociedades de redactores y el comité de redacción.