Ataque de nervios del Chelsea

La imagen del año en Inglaterra se produjo segundos antes del partido, cuando los futbolistas del Chelsea y el Manchester City se cruzaron sobre el césped para saludarse. La tensión se podía cortar con un cuchillo en Stamford Bridge antes de que el balón echara a rodar. Bridge, el lateral izquierdo del City, llegó frente a Terry, el central del Chelsea, el hombre que mantuvo un lío amoroso con la pareja del que fuera su compañero. Cara a cara, como si tuvieran que ajustar cuentas pendientes, una especie de duelo del Oeste, todas las cámaras y los aficionados en alerta. Hasta los niños que acompañan a los jugadores en la salida al césped miraban de reojo la escena. Terry, mirando al suelo, le tendió la mano en un gesto protocolario. Bridge le clavó la mirada, despreció el saludo y pasó de largo.

Cesc da el triunfo al Arsenal, a tres puntos del líder y a dos del Manchester United

El origen del apretón de manos tiene que ver con la guerra. Se trata de demostrar al otro que uno no acude al encuentro armado, sino con la mano desnuda. Pero a Bridge este gesto ancestral no le debió de parecer nada inocente. Y desde ese momento ganó la batalla psicológica a Terry, muy nervioso durante todo el partido, impreciso y fallón, irreconocible, hasta el punto de que la muralla del Chelsea cayó con todo su peso y el City, con dos goles de Tévez y otros dos de Bellamy, asaltó Stamford Bridge (2-4) después de 37 partidos del Chelsea invicto en su casa.

Por una vez, el Chelsea, zurrado en San Siro en la Champions (2-1) por el Inter, manejó fatal la enorme carga ambiental del duelo y acabó desquiciado, con dos jugadores menos por las expulsiones de Belletti y Ballack. Drogba estuvo en ninguna parte e Hilario, el portero que suple a Cech (un mes de baja por una rotura muscular) fue un coladero en los dos primeros goles. Un chollo, vaya, para la velocidad de Tévez y Bellamy, que desnudaron el habitual muro de hormigón del conjunto londinense, un gigante que ahora se tambalea después de dos bofetadas seguidas en una misma semana en Europa y en la Premier. Sólo el turbo de Lampard tiró ayer del Chelsea.

Fue el duelo más italiano de la Premier: Ancelotti y Mancini en los banquillos y Capello en la grada, maldiciendo los líos de faldas de los jugadores ingleses: Bridge se ha echado a un lado en la selección para no encontrarse con Terry en el Mundial y Ashley Cole, la flecha del Chelsea, anda lesionado y también envuelto en problemas extradeportivos. Un guirigay. Y qué italiana fue la primera parte, sin apenas ocasiones. El choque lo enloqueció El Apache Tévez, que ha vuelto como un ciclón tras una ausencia por paternidad.

El resbalón del Chelsea le sirvió al Manchester United para comer terreno a su rival por la corona inglesa. Con el martillo demoledor de Rooney, con dos tantos de cabeza para sumar 23 esta temporada en la Premier, desarboló el viernes al West Ham (3-0) con la facilidad con que se parte una débil rama. Y hoy puede levantar el primer trofeo de la temporada, la Carling Cup (Copa de la Liga) que pelea en Wembley contra el Aston Villa (16.00, Canal+ Fútbol).

También el Arsenal olió la sangre azul y recortó terreno en su visita al áspero campo del Stoke (1-3). Con empate a uno a pocos minutos del final y un jugador menos en los gunners desde el minuto 66, Cesc, quién si no, tocó la corneta para marcar el segundo gol del conjunto de Wenger (de penalti en el minuto 90) y dar el tercero a Vermaelen. La mala noticia fue la grave lesión en la pierna derecha del medio Ramsey, parecida a la de Eduardo hace dos temporadas en el Arsenal y a la del deportivista Luis Filipe esta campaña. El Chelsea sólo aventaja ahora en un punto al United y en tres al bello Arsenal.

LIGA INGLESA: 28ª jornada: Burnley, 1; Portsmouth, 2. Bolton, 1; Wolverhampton, 0. Birmingham, 1; Wigan, 0. Clasificación: 1. Chelsea, 61 puntos. 2. Manchester United, 60. 3. Arsenal, 58. 4. Manchester City, 49. Hoy: Liverpool-Blackburn (16.00, Teledeporte). LIGA ALEMANA: Stuttgart, 2; Eintracht, 1.