Como en una casa de vecinos

El Tesoro del Carambolo (un conjunto de piezas de oro de origen fenicio) está rodeado de fascinación desde hace medio siglo. Su hallazgo en Camas (Sevilla) supuso, a finales de los años cincuenta, un acontecimiento arqueológico de importancia descomunal. Las pasiones que levantó su descubrimiento entre los interesados en la arqueología parecen haber reverdecido. Y es que el Tesoro del Carambolo está en el centro de una marejada entre la Consejería de Cultura y el Ayuntamiento de Sevilla. El rifirrafe por el tesoro no es más que un síntoma de unas relaciones en las que, de tanto en tanto, saltan chispas. La proliferación de estatuas en Sevilla también ha producido choques.

La exposición El Carambolo. 50 años de un tesoro concluye hoy domingo en el Museo Arqueológico de Sevilla. El tesoro es propiedad del Ayuntamiento de Sevilla. Y ahora que la muestra está a punto de terminar el Consistorio ha mostrado su deseo de exponer el tesoro.

El Ayuntamiento recalcó hace dos semanas, a través de un comunicado, que "el Tesoro del Carambolo no debe encerrarse de nuevo en la caja fuerte de un banco". El Consistorio insiste en que "mientras duren las obras integrales del museo, el Tesoro [del Carambolo] se expondrá de forma temporal en el Ayuntamiento".

Sin embargo, el director general de Museos y Arte Emergente de la Consejería de Cultura, Pablo Suárez, señala que no existe "ninguna petición para trasladar el Tesoro del Carambolo a otro sitio". "Si se produjera esta petición, requeriríamos informes técnicos antes de tomar una decisión. Los políticos no hablamos de piezas arqueológicas. Eso es un cometido de los técnicos", comenta el director general. De momento, el tesoro no se expondrá en el Ayuntamiento.

El Consistorio se ha aprestado a poner paños calientes en la disputa. "Tenemos unas relaciones magníficas con la Consejería de Cultura. Y no queremos echar más leña al fuego y hacer más sangre del tema. Han surgido algunos pequeños roces en cuestiones concretas como puede pasar en una casa de vecinos", afirma una fuente del Ayuntamiento.

Las estatuas de Sevilla han sido otro campo de desacuerdo entre ambas instituciones. Desde hace algunos años proliferan los proyectos de estatuas dedicados a todo tipo de personajes, con sus secuelas de arbitrariedad y devaluación de los monumentos más vistosos. El delegado provincial de la Consejería de Cultura, Bernardo Bueno, insistió el pasado diciembre en que el Ayuntamiento debería crear una comisión técnica para la ordenación de los monumentos y estatuas en la vía pública y acabar, así, con el desorden actual.

Menos mal que hay un asunto en el que las dos instituciones están de acuerdo. La financiación de la Junta a diversas iniciativas culturales de la ciudad (Real Orquesta Sinfónica de Sevilla y Teatro de la Maestranza, entre otras) merece el agradecimiento del Ayuntamiento. Un poquito de azúcar en la acidez de las relaciones entre las dos instituciones.