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Reportaje:

Sobre el escenario del mundo

Una británica nacida en las islas Salomón dirige la Escola de Teatro de Ourense

Thelma Joy Putnam recorrió el escenario del mundo antes de dedicarse al mundo del escenario. Las circunstancias la fueron trasladando con su familia de las islas Salomón al Caribe y luego a Inglaterra. En el desenlace de su obra vital, descubrió su paraíso personal en Galicia y acabó por abandonar la insularidad y el nomadismo. Ahora es directora de la Escola de Teatro de Ourense: "Éste es el lugar en el que he estado más tiempo".

Acto primero. Thelma nació en las Islas Salomón en 1960, cuando todavía estaban bajo dominio directo de Gran Bretaña. De madre galesa y padre escocés, la familia se instaló en Guadalcanal cuando a él lo nombraron consejero de educación. "La isla era como un atolón", describe. Antes de cumplir seis meses tuvo malaria. Su madre, enfermera, atendía gratuitamente a los indígenas. Thelma se crió en contacto con la cultura local. "De pequeña, me daba vergüenza ser blanca, porque era distinta", confiesa. Por lo demás, se comportaba como cualquiera de sus paisanos, lejos de los estrictos cánones de conducta británicos: "No usaba zapatos y vestía una falda hecha con hierbas".

En el Índico vivía descalza y con una falda "hecha de hierbas"
"Me gusta el sentido de la familia que hay en Galicia, los niños no molestan"

De su tierra natal le quedan recuerdos de la concha que usaba para llamar tiburones y de las canciones de las islas. La música siempre ha estado en su vida. Incluso allí tenían un piano que hicieron traer desde Inglaterra por mar: "Fue toda una aventura bajarlo a tierra, como en la película, y aún peor mantenerlo, por la humedad". Cada tres años cambiaban de isla, adaptándose a las exigencias del proyecto educativo que encabezaba su padre. Cuando sopló las 11 velas, los destinaron a otro paraíso.

La segunda etapa de su vida la pasó en Antigua, en medio de las aguas también turquesas del Caribe. Allí vivió una adolescencia que superaba la simple rebeldía: "Era casi salvaje, incluso dominaba la jerga de los rastafaris", asegura. En los arenales paradisíacos de la isla descubrió su pasión por el mar y la vela: "El secreto de la vida es saber cuándo eres feliz, y yo lo sabía cuando llegaba navegando a las playas desiertas".

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Acto segundo. "La vuelta al Reino Unido fue un choque brutal para mí". El sol que siempre había alumbrado su vida se escondió sin intención aparente de volver a asomar, sustituido por una cortina gris de lluvia incesante. Se estableció en Portsmouth, donde comenzó a estudiar música para sacarse el título. "El colegio era un antiguo castillo de la reina Victoria".

Su siguiente escala fue Londres, donde cursó arte dramático en la escuela de Roehampton y vivió en el barrio de actores de East Putney. En el último curso hizo prácticas como directora en televisión, y acabó graduándose con matrícula de honor.

Acto tercero. En 1981, un amigo le recomendó trasladarse a Ourense. Él daba clases en una academia e iba a dejar el trabajo, así que ella podía quedarse con el puesto. "Me enamoré de Galicia; se parecía mucho a Gales, y por mis raíces celtas sentía que tenía mucho en común con los gallegos". No es la única conexión, pues, sin saberlo, acababa de hallar la tierra de los descubridores de su tierra. Hace casi cinco siglos, un berciano, Álvaro de Mendaña, fue el primero en avistar las Islas Salomón y, en su siguiente expedición de conquista, sería una pontevedresa, su mujer, Isabel Barreto, la que capitanearía el barco a la muerte del navegante.

Thelma también necesitó una segunda travesía para establecer su bandera en Galicia. Volvió por un tiempo a Londres y, poco después, con su pareja, el fotógrafo Santi Barreiros, se estableció en Cornualles para enseñar arte dramático. La morriña la arrastró nuevamente a Ourense, donde nació su primer hijo, Xoel. Trabajaba en un grupo de teatro y colaboraba con el Centro Dramático Galego como coreógrafa. A la vez, formó el grupo musical Puerto Escondido, que fusionaba jazz y folk y en el que era cantante y letrista.

La ruptura sentimental casi la hizo soltar amarras, pero se quedó por su hijo: "Aquí los niños no molestan, me gusta el sentido de la familia que hay". La música le dio una segunda oportunidad cuando le propusieron grabar una maqueta con el grupo. "El productor, Moncho Lusquiños, tenía fama de ser muy exigente". Lusquiños acabó por integrarse en el grupo y en la vida de Thelma. Con él tuvo a su hija Alama, un nombre celta que significa "lo que más quieres". La felicidad se la robó el cáncer en sólo siete meses.

Hace cuatro años encontró en la Escola de Teatro de Ourense su proyecto vital. Su tesis doctoral trataba sobre la obligatoriedad del teatro en las clases. Ha escrito una obra en gallego y portugués titulada Entre ambos ríos. De vez en cuando, si echa de menos el mar, hace una escapada hasta A Guarda, al borde del Atlántico y de Portugal, donde, según dice, "son muy británicos".

Thelma Joy Putnam, directora de la Escola Municipal de Teatro de Ourense.
Thelma Joy Putnam, directora de la Escola Municipal de Teatro de Ourense.Xurxo Lobato

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