Riesch y Bjoerndalen, estrellas de oro

María Riesch, su amiga, acabó robando el protagonismo a Lindsey Vonn. Tras su victoria en la supercombinada, la alemana se llevó también el eslalon alpino mientras la estadounidense no terminó ni la primera manga, lo mismo que la española Andrea Jardi. Había que ser grande en unas condiciones meteorológicas muy difíciles. Las que salvó también Ole Einar Bjoerndalen, el máximo especialista de todos los tiempos en biatlón, la combinación del esquí de fondo y el tiro, para despedirse con el oro en los últimos relevos de 4x7,5 kilómetros, su undécima medalla en cuatro Juegos, a sólo una del récord de su compatriota Bjorn Daehlie, fondista.

Riesch, de 25 años, amargó de nuevo a Austria, pues mantuvo en la segunda manga 43 de las 65 centésimas de segundo con que había superado en la primera a su estrella, Marlies Schmid, tercer tiempo. Ésta sólo pudo quitarle la plata con su mejor segundo recorrido a la sorprendente checa Sarka Zahrobska, detrás de Riesch en la primera bajada.

Bjoerndalen había tenido en los Juegos errores en tres de las cinco pruebas del programa. Sorprendentes para su calidad, le impidieron superar la plusmarca de Daehlie. Pero la ha rozado. El rey de la difícil modalidad del biatlón, que requiere una relajación extrema en medio del esfuerzo, ya había logrado el día 18 una primera plata en los 20 kilómetros. A sus 32 años, ya ha anunciado que seguirá hasta Sotchi , la ciudad rusa a orillas del mar Negro donde se disputarán los siguientes Juegos en 2014.

El legendario Daehlie ganó en las distintas pruebas del esquí de fondo unas impresionantes 12 medallas, ocho de oro y cuatro de plata, entre Albertville 1992 y Nagano 1998. Bjoerndalen lleva ya seis oros, cuatro platas y un bronce. Tras empezar en Nagano con una primera plata en los 10 kilómetros, escribió una de las páginas más deslumbrantes de la historia olímpica con sus cuatro oros en Salt Lake City 2002. En Turín 2006 sufrió una gran frustración porque sólo pudo ganar dos platas y un bronce, pero ya sumaba nueve en toda su carrera, a tres de Daehlie.

Su caza continúa. Bjoerndalen, un perfeccionista que vive desde hace años en Austria, donde tiene hasta su propia sala de tiro, se dio el paseo triunfal en la última recta con la bandera de su país como había hecho la reina, Marit Bjoergen, el día anterior en los relevos del fondo femenino. Otro galardón a sus ya cientos de victorias. Además de las medallas olímpicas, suma 14 títulos mundiales y ocho Copas del Mundo. A su sucesor, Emil Hegle Svenden, que se va con un bronce en la pueba de sprint, de 1,4 kilómetros, y dos oros, el de ayer y el de los 20, le queda mucho camino para hacerle alguna sombra.