El día de las cabezas despeinadas
Se fue la nieve pero sigue la lluvia y el viento también se deja notar. La región está sufriendo un invierno de perros y desde hace una semana resulta difícil mirar hacia el cielo y ver algo más que nubes y más nubes descargando agua.
Ayer fue un día para dejarse el sombrero en casa y llevarse un peine en el bolso para atusarse el pelo al entrar bajo techo. Hubo vientos de hasta 70 kilómetros por hora en la capital y de 80 kilómetros por hora en la sierra. La Agencia Estatal de Meteorología activó por este motivo el nivel de alerta amarilla (riesgo moderado), aunque no se produjeron incidentes importantes por esta causa. Hoy continuarán los fuertes vientos.
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