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La huelga de los monitores deportivos se encona

El conflicto laboral por la huelga indefinida de los trabajadores de instalaciones deportivas, de la que se cumplen hoy 24 días, se ha recrudecido con varios encierros ayer en sedes municipales de A Coruña y de Pontevedra, así como el plante de la patronal a la reunión convocada la víspera por la Xunta para tratar de buscar una solución. Los ánimos están más enconados que nunca y el problema, que afecta a unos 100.000 usuarios de piscinas, gimnasios o polideportivos públicos gestionados mediante concesiones por empresas privadas, parece entrar en un callejón sin salida.

Los empleados de centros deportivos, que aspiran en sus reivindicaciones salariales a ser mileuristas en 2012, han intensificado sus protestas con intentos de encierro, ayer, en los ayuntamientos de A Coruña, Ames, Pontevedra y Ferrol. Sólo en esta última casa consistorial lograron cumplir su hora simbólica de encierro -por tercera vez este mes-, mientras que en Ames fueron desalojados por la fuerza del despacho del alcalde.

En A Coruña, tras conseguir adentrarse una representación de antes de que el Ayuntamiento cerrase sus puertas, los huelguistas se reunieron con dos tenientes de alcalde, que ofrecieron mediar ante la patronal para que acepte sentarse a negociar. En Pontevedra, los trabajadores vieron frustrado su intento de encerrarse en los despachos municipales al cerrar sus puertas la Casa Consistorial antes de su llegada. Poco antes, la piscina local de Pontemuiños apareció teñida de verde, horas antes de que acoger un partido oficial de waterpolo que enfrentó a las selecciones de España y Rumanía.

Reivindicaciones

La huelga empezó el pasado día 1 ante la imposibilidad de negociar un único convenio, mejoras salariales, una regulación del horario laboral y de las condiciones de la baja médica. La patronal del sector, agrupada bajo la asociación Axidega, denuncia "actos vandálicos" para boicotear competiciones deportivas y que carece de "interlocutores válidos en los sindicatos" para sentarse a negociar. Dio por roto el diálogo el pasado viernes y exige para retomarlo que se desconvoque antes una huelga que cree secundada "por asambleas minoritarias" que apenas representan el 5% del personal de estos centros. Axidega asegura que siempre tuvo "buena disposición" para mejorar las condiciones de los trabajadores, ofreciéndoles una subida salarial de hasta un 32% en cuatro años.

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