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Reportaje:breakingviews.com | Laboratorio de ideas

Comienza la purga

Los bancos se convierten en accionistas mayoritarios de la inmobiliaria Colonial

Por fin los bancos están haciendo frente a las realidades de la crisis inmobiliaria de España. Algunas entidades crediticias consiguieron esquivar una bala en 2008 cuando la empresa inmobiliaria Colonial llevó a cabo una importante reestructuración de la deuda. Pero los problemas inmobiliarios han empeorado desde entonces. Los prestamistas de Colonial acaban de acordar otra ronda de refinanciación, la cual convertirá a los bancos en accionistas mayoritarios.

La reestructuración es predeciblemente compleja, pero la conclusión es sencilla: las entidades crediticias, entre las que se incluyen el Bank of Scotland del Reino Unido, Crédit Agricole de Francia y el alemán Eurohypo, sufrirán para mantener con vida a la empresa.

Colonial lanzará una ampliación de capital por valor de 1.950 millones de euros (2.700 millones de dólares), quedándose con 50 millones de euros como capital circulante, y utilizará el resto para repagar deuda. Pero recaudar una suma así entre los accionistas actuales, entre los que se encuentran dos bancos españoles -el Banco Popular, con un 9,1% de las acciones, y La Caixa, con un 5,4%-, y otro 60% en manos del mercado parece casi imposible. La actual capitalización de mercado está por debajo de los 300 millones de euros.

Dependiendo de cuánto se recauda a través de la ampliación, los bancos tendrán que intercambiar hasta 1.900 millones de euros de su deuda por acciones en la empresa. Las entidades crediticias también han acordado cambiar 1.400 millones de euros de bonos convertibles por acciones. El resultado final es que prácticamente se borrará del mapa a los accionistas actuales y las entidades crediticias ocuparán su lugar.

Este acuerdo mantendrá en pie a la empresa y permitirá que Colonial reduzca su actual montaña de deuda de 6.400 millones de euros a menos de la mitad. Cerca de 2.000 millones serán deuda corporativa respaldada por alquileres de su principal cartera inmobiliaria comercial y avalada por sus acciones en la empresa inmobiliaria francesa SFL. Esto parece viable: los alquileres deberían bastar para cubrir los pagos de intereses más adelante.

El resto, aproximadamente 1.000 millones de euros, se aparcará en una nueva filial avalada por activos de suelo y promociones inmobiliarias, sin recurso a la empresa matriz. Este mercado ya ha quedado diezmado por la crisis inmobiliaria, pero si empeora, los bancos sufrirán aún más daño.

Los horrores de la crisis inmobiliaria española están alcanzando por fin a los bancos. En este caso, la mayoría de los acreedores son extranjeros, y aunque Goldman Sachs, una de las entidades crediticias originales, vendió sus acciones del préstamo sindicado el año pasado, todavía posee una parte de deuda convertible. Pero en España quedan 324.000 millones de euros en créditos a promotores en España. La purga ha empezado, pero todavía no ha terminado.

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