_
_
_
_
Reportaje:

Tres semanas sin barquero suplente

Trabajadores protestan por el abandono del lago de la Casa de Campo

María Martín

Si el jueves o el viernes se le hubiese ocurrido a un turista o a un madrileño nostálgico dar un paseo en barca en el lago de la Casa de Campo, no habría podido. Tampoco habría ido nadie a socorrer rápidamente a cualquiera de los 15 piragüistas que se entrenan allí diariamente en el caso de que sufriese un accidente. Desde hace tres semanas el barquero empleado para suplir las libranzas de sus compañeros está de baja y el Ayuntamiento aún no lo ha sustituido.

La falta del barquero ha dejado durante seis turnos solo al taquillero y sin ningún responsable que se encargue de los botes. "Esto no ha afectado a nadie", asegura una portavoz de la Junta Municipal de Moncloa-Aravaca. Pero los trabajadores ya se han quejado y tanto UGT como el concejal socialista Pedro Santín han tildado de "impropio" que el Ayuntamiento deje de prestar el servicio de alquiler de barcas y el de auxilio en zodiac por falta de personal. "Sobre todo cuando se trata de una baja de hace tres semanas. Nada que les haya cogido de imprevisto", critica Santín.

Las tardes del jueves y el viernes de la semana pasada faltó el barquero suplente. Su labor es acomodar a los clientes en los botes y el manejo de la lancha motora en caso de accidente. El taquillero, que el viernes trabajaba completamente solo atendiendo a los piragüistas, no puede asumir esas funciones. "Sería una irresponsabilidad", advierte.

Desde la junta municipal le restan importancia al asunto porque no ha afectado al fin de semana y porque, aseguran, el lunes habrá un sustituto.

Para Jerónimo Torres, portavoz de UGT del Servicio Municipal de Deportes, se trata de una muestra más de la "dejadez, el deterioro y el abandono del lago". Su opinión la comparte también Manuel Pérez, monitor de piragüismo que trabaja en el lago desde hace siete años. Pérez se lamenta del estado de los vestuarios, donde las goteras empapan el suelo, y del recorte de horarios para disfrutar el embalse.

Algunos trabajadores creen que detrás de todo se esconde el intento de privatizar el servicio. Mientras se lamentan, señalan un catamarán varado y abandonado desde hace más de siete años en mitad del lago.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

María Martín
Periodista especializada en la cobertura del fenómeno migratorio en España. Empezó su carrera en EL PAÍS como reportera de información local, pasó por El Mundo y se marchó a Brasil. Allí trabajó en la Folha de S. Paulo, fue parte del equipo fundador de la edición en portugués de EL PAÍS y fue corresponsal desde Río de Janeiro.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_