Tres defectos causan nueve millones de llamadas a revisión

Los problemas que han puesto en graves aprietos al líder mundial por ventas de automóviles, Toyota, llegan por tres defectos de fabricación en sus automóviles. Eso ha forzado a la empresa a llamar a revisión a unos 8,5 millones de vehículos en todo el mundo. Éstos son los defectos:

- Resistencia del acelerador.Afecta a ocho modelos: 2,3 millones de vehículos en Estados Unidos y 1,8 millones en Europa. Pese a los números, la compañía insiste en que son "casos muy aislados". Al pisar el pedal de aceleración, éste puede endurecerse con el paso del tiempo y tardar en volver a la posición inicial. Esta resistencia se produce porque la zapata, al contactar con una superficie contigua, puede generar demasiada fricción y provocar que el pedal quede muy abierto o encalle. De llegar a este extremo, Toyota recomienda parar el motor y acudir al concesionario. Se soluciona acoplando una barra de acero, cortada a medida, entre la zapata y su superficie contigua.

Puede ser el defecto con peores consecuencias. Se le atribuye la muerte de cuatro miembros de una familia norteamericana, los Saylor, que viajaban a bordo de un Lexus cerca de San Diego (California). Para desgracia de la empresa, los servicios de emergencia grabaron las últimas palabras de los Saylor, quienes, antes de accidentarse, detallaron lo que les ocurría con el pedal.

- Retraso en el freno. Se dan únicamente en la tercera generación del Prius, el emblema híbrido de la marca. Toyota quiere inspeccionar medio millón de coches entre Asia, Europa y Norteamérica. El defecto aparece al frenar suavemente en superficies donde el coche agarra mal. Cuando en estas circunstancias se activa el ABS, el conductor puede notar que, al pisar el pedal, el turismo tarde en frenar. Toyota avisa de que si el conductor "pisa de forma firme y constante el freno, el control del vehículo es inmediato y absoluto". El fallo se arregla reprogramando el programa informático del ABS.

- Atasco con la alfombrilla. Cuatro millones de coches y siete modelos afectados. La alfombrilla se engancha con el acelerador, dificultando la pisada. Desde septiembre, Toyota pide a sus clientes que lo mejor es que la retiren de algunos modelos.