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Reportaje:Copa del Rey de baloncesto

Espíritu subversivo en Bilbao

Barcelona, Madrid y Caja Laboral, contra la tendencia copera al 'factor sorpresa'

Robert Álvarez

Bilbao alumbra este fin de semana un campeón de baloncesto en una temporada llamada a reponer la bipolaridad Barcelona-Madrid y en la que el Caja Laboral capitanea la cortísima lista de equipos decididos a evitar ese diálogo exclusivo. La batalla de la Copa del Rey, que se adivina encarnizada y apasionante, da inicio hoy con dos partidos de los cuartos de final: Estudiantes-Valencia y Barça-Cajasol. Frente al pronóstico fácil, favorable al conjunto valenciano y al catalán, las presumibles víctimas propiciatorias se rebelan. Joan Plaza, el entrenador del Cajasol, es el más descriptivo. "No venimos a Bilbao a visitar el Museo Guggenheim", sentencia sin ánimo de herir ninguna sensibilidad cultural, por supuesto, sino con la intención de subrayar el espíritu subversivo que caracteriza a los clubes a los que no beneficia el pronóstico. El suyo es uno de ellos pese a que su buena línea le ha permitido escalar hasta el quinto puesto en la Liga ACB; en cualquier caso, lejos del poderoso Barça de Xavi Pascual.

Ivanovic, técnico del equipo vitoriano, quiere igualar los cinco títulos de Aíto
Ningún conjunto ha repetido corona desde que lo logró el Barça en 1988
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Ya en la Liga se han dado sorpresas de calibre mayúsculo, la última el pasado domingo con la derrota del Madrid precisamente ante el anfitrión de la Copa, el Bizkaia Bilbao. Y lo mismo se puede decir de las del Regal Barcelona ante el Gran Canaria y el Valencia o las del Madrid frente a Estudiantes y la del Caja Laboral en Manresa. Pero, si el recuento de sorpresas en la ACB es importante, el de las últimas ediciones en la Copa es espectacular y concentrado.

Sobran los ejemplos, pero viene a cuento el que explica Dusko Ivanovic, el técnico del cuadro de Vitoria, que suma cuatro títulos en la Copa y aspira a igualar los cinco de Aíto García Reneses, ausente esta vez debido al nefasto inicio de campaña del Unicaja. "Recuerdo que en 2001 llegamos a Málaga en la primera posición de la Liga, en un estado de forma excelente, y perdimos en los cuartos de final contra el Cáceres", advierte. Es un referente que le viene al pelo para poner en guardia a los suyos, al Caja Laboral Baskonia, que suma 12 triunfos consecutivos en la Liga. No será por falta de presión. Mañana se enfrentarán al Bilbao. En ese duelo vecinal, la grada hervirá y es de esperar que se bata el récord de asistencia a un partido de Copa con 15.091 espectadores, el aforo del Bizkaia Arena, el mayor recinto multiusos de España, ubicado en los antiguos terrenos de Altos Hornos de Vizcaya, en la vega de Ansio.

Es difícil encontrar cartas de navegación en un torneo que tiende a enfatizar el factor sorpresa. Algunos entrenadores aventuran pistas sobre los aspectos que pueden decidir. "Algún jugador que nadie espera", dice Porfirio Fisac (Valladolid), "La profundidad del banquillo", apunta Salva Maldonado (Fuenlabrada), "Las defensas y algún aspecto táctico que los equipos hayan preparado para esta semana", intuye Pedro Martínez (Gran Canaria). "Las segundas defensas y las sorpresas tácticas ofensivas", subraya Jaume Ponsarnau (Manresa).

La estadística indica que quienes llegan más en forma a la Copa son Splitter (Caja Laboral), Suárez y Lofton (Estudiantes) y Banic (Bilbao); como mejores cañoneros, Tucker (DKV Joventut), Splitter y Navarro (Barcelona), y que el jugador con más títulos coperos es Sergi Vidal, todos ellos ganados cuando jugaba con el Tau, ahora Caja Laboral. Su actual club, el Madrid, no logra el título desde 1993, cuando, con Sabonis, Biriukov, Romay y Ricky Brown entre otros, derrotó en la final al Joventut, precisamente el rival al que se medirá mañana.

El Caja Laboral aspira a reeditar el título que alcanzó el año pasado, en Madrid, tras superar en la prórroga de la final al Unicaja. El último conjunto que consiguió dos coronas consecutivas fue el Barcelona, en 1988, con el famoso triple de Solozábal al Madrid en la final de Valladolid. Una evidencia más de la igualdad que preside una competición explosiva: los ocho mejores, en cuatro días y tras siete partidos, encontrarán al campeón, el mejor del momento.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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