Mal tiempo hasta el domingo

El frío, la nieve y la lluvia llegaron el lunes y se quedarán en la región durante toda la semana. Ayer no nevó en la capital, pero sí en otras carreteras de la región, lo que ocasionó importantes problemas de tráfico.

Así que fue una mañana de grandes atascos y complicaciones a causa de la lluvia, la nieve y las averías de algunos vehículos. La peor parte se la llevó la autovía de Burgos (A-1), que estuvo cortada durante más de una hora a causa de una fuerte nevada caída a la altura de Venturada. La carretera de Extremadura (A-5) también sufrió un enorme atasco de 20 kilómetros por culpa de un turismo que se averió y redujo el número de carriles disponibles. Las retenciones llegaron hasta Móstoles.

La situación en la A-1 no mejoró hasta cerca de las once de la mañana, cuando se despejó la carretera y la Guardia Civil de Tráfico permitió el paso de vehículos, a excepción de los camiones, según informó un portavoz de la Dirección General de Tráfico.

La red secundaria también tuvo grandes complicaciones. Fue necesario usar cadenas en municipios como Moralzarzal, Navacerrada, Becerril de la Sierra y Hoyo de Manzanares. Hubo incidencias en 16 puntos de la zona norte y oeste de la región.

Vecinos de las principales localidades de la sierra de Guadarrama, desde Cercedilla hasta El Escorial, así como varios miles de automóviles que circularon por la mañana en la autovía A-6 (Madrid-A Coruña) también sufrieron los efectos de un temporal de viento, nieve y agua. La nieve caída el lunes más la nevada registrada hasta el mediodía de ayer causaron la paralización parcial de la vida en estos municipios. Los atascos, de consideración, se agravaron por el vuelco de un automóvil. Además, muchos niños no pudieron ir a clase por la situación en las carreteras.

Sara F. vecina de Cercedilla, de 54 años, que tenía cita en un hospital madrileño para recibir un tratamiento de quimioterapia, se vio obligada a posponerlo. La carretera que une Guadarrama con la autopista registraba un fuerte colapso. "He logrado que me retrasen la sesión", decía con cierto alivio. Para Emiliano de Céspedes, de 71 años, la fuerte nevada aumentó el aislamiento en el que vive, ya que habita en el interior de un contenedor adaptado por él y ubicado en una finca de su propiedad, en la carretera de La Jarosa. Al no disponer de una toma de agua por un problema con el Ayuntamiento, asegura que tiene que recorrer a diario varios kilómetros para proveerse de agua en una fuente pública. "Y tengo una lesión en la rodilla que me mortifica cada vez más", añadía con la nieve sobrepasándole las pantorrillas.

El acceso de camiones desde a la A-6 a la carretera M-600 en el kilómetro 47, que une Guadarrama, el valle de los Caídos y San Lorenzo de El Escorial, estuvo cortado varias horas por la mañana. Centenares de vehículos se vieron allí atrapados. Grandes bloques de nieve caían desde los arcenes de la autopista a la ruta comarcal que la cruza por debajo en una raqueta, donde numerosos vehículos patinaban peligrosamente por tal causa. "He tardado 45 minutos en recorrer 300 metros", aseguraba Constantino López, que pretendía llegar a Los Molinos.