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Gallardón reaviva el eco del 'hijoputa' y debilita a Aguirre

"A él no le supone desgaste; a ella, sí", admiten en el PP regional

Cuando el eco del ya famoso hijoputa pronunciado por Esperanza Aguirre se acallaba, una certera andanada de su máximo rival, Alberto Ruiz-Gallardón, el lunes por la noche, reabrió la herida. El alcalde se confesó ofendido por el insulto, tanto si estaba dirigido a él como a uno de sus colaboradores. ¿Por qué hablar cuando el tema parecía zanjado? "Si Gallardón callaba podía dar la sensación de que lo del hijoputa no tenía relevancia. De que compañeros de partido pueden insultarse, luego echarse unas risas y que todo quede en una frivolidad entre los que se reparten el poder. ¿Qué imagen se transmite a los ciudadanos?", justifican fuentes cercanas a Gallardón.

"Es seguir en la provocación. Si queremos zanjar el tema, se hace y punto. Pero aquí parece que no quiere nadie", explican fuentes regionales próximas a Aguirre. "La entrevista está perfectamente calculada. Él quiere provocar, sabe que ella está a la que salta y que puede picar. A él no le supone desgaste ninguno; a ella, sí. Después de mucho tiempo, él es la víctima y la tiene donde quería", insisten.

"Es absurdo disimular que se detestan", explican en el partido

Así que el alcalde, que imaginaba que Iñaki Gabilondo, en su estudio de CNN+, le preguntaría por el tema, vio el hueco y soltó lo que pensaba. Y lo que cree que piensa Aguirre. "Una conversación privada refleja la autenticidad de los sentimientos", reflexionó replicando a la tesis de que un insulto de este tipo no tiene valor al no tratarse de una declaración pública. El alcalde admitió así su disgusto por la polémica: "El hecho de que fuera yo o un compañero mío no hace que disminuya mi ofensa. Eso es indiferente".

Inauguraba así otra semana de refriegas. Pero, esta vez, él partía como favorito. Gallardón ha administrado con sosiego los tiempos de una polémica que le beneficia. Ha callado dos semanas y cuando las brasas se apagaban, ha azuzado el fuego. "Se detestan. Es absurdo disimularlo", señalan fuentes de la ejecutiva del partido.

El desliz de Aguirre no sentó bien en el Ayuntamiento. Pero peor cayó entre el equipo de colaboradores de la presidenta, que vieron desde el primer minuto que iba pasarle factura. Justo en el momento en que el partido iba a castigar al vicealcalde, Manuel Cobo, precisamente por hablar más de la cuenta sobre Aguirre [en una entrevista publicada en EL PAÍS] y en el que sus fieles exigían que el PP no incluyese a la mano de derecha de Gallardón en las listas de 2011. Era el peor momento para meter la pata."El plan de la presidenta Esperanza Aguirre [sobre el episodio del hijoputa] era callar y tapar el asunto. Con el conflicto de la caja resuelto, la sanción de Cobo casi confirmada y Mariano Rajoy por delante de Zapatero, esa batalla sólo podía perjudicarla a ella. Por eso lo zanjaron con la carta de disculpas a Serrano", explica un concejal próximo a Gallardón.

La noche en que el alcalde hablaba de la "ofensa" ante las cámaras de CNN+, Aguirre celebraba el cumpleaños del presidente de CEIM, Arturo Fernández. Y con las velas llegaron los SMS comentando la entrevista. Y de nuevo, el persistente eco del hijoputa.

Por la mañana, la presidenta, que no había visto la entrevista, tuvo que soportar otra vez las preguntas que le habían dejado de hacer. Así que hizo aquello de no contestar, pero a su manera. Estaba molesta, pero se creció con los aplausos: "Sobre las conversaciones privadas que mantengo con un miembro de mi Gobierno y amigo [Ignacio Gonzá-lez] no tengo nada que comentar. ¿O es que ahora vamos a comentar las conversaciones privadas? ¿Estamos en un Estado policial?", informa Jerónimo Andreu. En su biografía, entre otros foros, sí ha comentado conversaciones privadas y mensajes de móvil (véase el cuadro adjunto).

Como es habitual, salió a defenderla luego su consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Francisco Granados. "Una conversación privada no refleja un sentimiento", dijo contradiciendo a Gallardón y recordando otro episodio. Se refería, y ése es el argumentario que circuló ayer entre los próximos a la presidenta, a una charla que mantuvo Gallardón en 2003 con el actual ministro de Fomento, José Blanco, y en la que, supuestamente, le mostró su apoyo frente al tamayazo (el oscuro episodio de transfuguismo gracias al que Aguirre alcanzó la presidencia de la Comunidad y el origen, según todos los afectados, del desencuentro con Gallardón).

Esperanza Aguirre se protege bajo el paraguas.
Esperanza Aguirre se protege bajo el paraguas.L. SEVILLANO

Cuatro comentarios de Aguirre sobre conversaciones privadas

- La biografía autorizada por Esperanza Aguirre que

se publicó hace varios años recoge comentarios de sucesos privados sobre los que hace luz la presidenta autonómica.

- Gabilondo y Zapatero. Iñaki Gabilondo y José Luis Rodríguez Zapatero, tras terminar una entrevista en Cuatro y con los micrófonos todavía abiertos. Gabilondo: "¿Qué pinta tienen los sondeos que tenéis?". Zapatero: "Sin problemas, lo que pasa es que nos conviene que haya tensión". Aguirre, un día después: "A Zapatero le han pillado con el carrito de los helados. Se confirma que (...)

es él el que crispa".

- "Ni harto de vino". Gallardón ocupa durante el congreso del PP un sitio que no le corresponde. Aguirre le envía un SMS: "¿Qué haces ahí?". Gallardón responde: "Aznar me ha puesto aquí". La respuesta de Aguirre: "Ni harto de vino te pone Aznar a ti en ese sitio".

- "Amenazas". En las cenas previas a la candidatura de Manuel Cobo a la presidencia del PP regional: "Alberto estaba enfadado cuando empezó a decirme que cómo se me ocurría presentarme a la presidencia del PP de Madrid

si tenía menos votos que él (...). Lo que más le molesta es que yo no me altere con sus amenazas".

- "Lo has matado a besos". Proclamación de Aguirre como presidenta del PP madrileño. Las esposas de Gallardón y García Escudero no aplaudieron. Gallardón se acercó al estrado para demostrarle su agradecimiento con un beso. Aguirre comentó sin articular apenas un músculo de la cara: "Si me lo das en la boca serás portada". Al terminar el acto, Esperanza recibe un mensaje en su móvil: "Lo has matado a besos"

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