Excéntrico Bravo

A Claudio Bravo le fichó la Real Sociedad en 2006 especialmente por su juego con los pies. La misma razón por la que algunos equipos grandes de la Liga española lo tienen en su agenda de futuro. Esos pies le dieron ayer la gloria al marcar el gol de la victoria de su equipo frente al Nàstic (1-0) en un lanzamiento de falta que se coló entre las piernas de la barrera y despistó a su colega Rubén Pérez. Eran los mismos pies que dos semanas antes le jugaron una mala pasada frente al Elche al enredarse con el balón y acabar derribando al delantero en un penalti con la consiguiente expulsión a las primeras de cambio.

Según confesó el jugador, el asunto se había hablado en el vestuario previamente al partido. Bravo es un habitual de los lanzamientos de falta en los entrenamientos de la Real. Ayer, su técnico, Martín Lasarte, le dio vía libre cuando Diego Rivas le invitó a hacerlo. "Miré al entrenador y me hizo un gesto de que fuera para allí. Sólo pensé en pegarle muy fuerte para evitar la barrera". Ésa fue la intención, pero el balón se coló entre las piernas cambiando de dirección y engañando al portero rival. No fue un golazo, pero si un extraño gol cuando al primer tiempo apenas le quedaba un minuto de vida. Esa circunstancia favoreció la decisión del entrenador porque minimizaba un tanto el riesgo de un rápido contragolpe si no se convertía en gol.

Bravo siempre ha tenido un punto excéntrico, con rachas magníficas y errores de bulto, generalmente derivados de su exceso de confianza con los pies. Cuando llegó a la Real, le costó hacerse con la titularidad, que entonces defendía Riesgo. Ahora también Riesgo está en el banco de suplentes junto al joven Zubikarai.

La Real, acosada por las deudas, pensó en un traspaso del guardameta chileno, pero la clasificación de su país para el Mundial le hizo cambiar de planes. "Le hemos renovado porque en Suráfrica puede revalorizarse", afirmó el presidente tras firmar su renovación. Ayer pasó a la historia de los porteros goleadores (Chilavert, Higuita...), en la que también habita el guipuzcoano Garmendia, que en el Eibar marcó un tanto de portería a portería.

Vea el gol de Bravo, portero de la Real