Fútbol de calle en el Calderón

Hacía mucho tiempo que las sonrisas no proliferaban en los entrenamientos del Atlético. La clasificación para la final de la Copa del Rey ha aliviado las tensiones de un equipo exigido al límite en el apartado físico. El cuadro que entrena Quique Flores disputará esta noche su 13º partido en lo que va de año, una exigencia ya de por sí notable para cualquier grupo y más para la limitada plantilla rojiblanca, en la que 13 futbolistas han superado los mil minutos de juego esta temporada entre la Liga y la Copa.

Entre los más castigados figura Agüero. "El Barça es el mejor equipo del mundo", asiente el Kun, que se relame los labios cada vez que le recuerdan las bajas de la última línea del Barcelona. "Será un partido muy lindo y seguro que nos puede beneficiar que no estén alguno de los grandes jugadores que tiene en la defensa el Barça... Si Piqué y algunos más no están, mejor para nosotros", afirma el delantero con su pillería habitual.

Con Forlán también de vuelta y sólo tres goles por debajo de los que contaba a estas alturas de la temporada pasada, Agüero es el pilar en el que el Atlético cimentará sus posibilidades de ser el primer equipo que derrota a la escuadra de Guardiola en la Liga. Por su forma de juego, sus gambetas y su estilo forjado en las barriadas de Buenos Aires, Quique le señala como su paladín sin que le haga falta mencionarle: "Estamos en otra parte de la recomposición del equipo. Tácticamente, se halla en otra fase, en la que no necesita que le aprieten más las tuercas. Pero para tener una versión mejor debemos recuperar el futbol de asociación, de la calle, de atrevimiento, el fútbol de barrio. Quiero que mi equipo se libere de cualquier presión", plantea el técnico.

Una forma disimulada de reconocer que espera a un Atlético de ida y vuelta, uno de los males del equipo y justo lo que más ansia genera en cualquier cuerpo técnico. "Tenemos que llevar el partido al lugar que más nos conviene y lo que más nos conviene es sacar a los jugadores del Barcelona de donde se puedan sentir más cómodos", insiste Quique en su fórmula, contraria al fútbol control. "Igual en otras circunstancias sería una temeridad plantear así el pulso con el Barça, pero muchas veces jugamos así sin poder evitarlo. Tantas bajas les terminarán afectando", insisten en el vestuario.

Quique: "No tienen bajas donde más daño hacen"