Reencuentro en el barro de Chapín
Pellegrini se topa con su discípulo más aventajado, Gorosito, nuevo técnico del Xerez, colista y único equipo de Primera sometido a la Ley Concursal
Antes de regresar a la Champions, la semana que viene, los jugadores del Madrid deben meterse en la tormenta que azota el golfo de Cádiz. Allí, en el barro del campo de Chapín, anegado tras las lluvias recientes, les espera un Xerez empeñado en salvar lo poco que le queda de su debut en Primera. Y les espera Néstor Pipo Gorosito. El discípulo más avanzado de Manuel Pellegrini se sentará en el banquillo local ansioso ante la idea de dar una lección a su viejo maestro.
"Yo tuve muchos entrenadores", dice Pipo, que se ha recortado su legendaria melena cuartetera, y enumera: "Menotti, Bilardo, Bambino Beira, Griguol, Pasarella, Basile, Bielsa... Manuel sintetiza muchísimas virtudes de todos ellos. Pero hace mucho tiempo que no hablo con él".
"No había nadie para la cantera ni campos para entrenarse", cuenta Bonano
"Los resultados de la gestión, en diez o veinte años", dice el nuevo dueño del Xerez
"Pellegrini me enseñó a desmenuzar el juego estudiando los partidos en la televisión"
"Sintetiza virtudes de Menotti, Bilardo, Bielsa, Pasarella, Basile...", concluye Gorosito
Coincidieron en el Universidad Católica de Chile cuando Gorosito era la figura del equipo y Pellegrini daba sus primeros pasos como técnico, entre 1994 y 1995. "Aquel equipo tenía una filosofía muy similar a la del Barça actual", observa Gorosito; "era un reflejo de la templanza de Manuel. Recuerdo que me enseñó a desmenuzar muy bien los aspectos del juego estudiando los partidos en la televisión".
Ahora, el ex enganche de la selección argentina, tras pasar por los banquillos de Nueva Chicago, San Lorenzo y River, disfruta de la tranquilidad de la costa andaluza. Dicen sus amigos que siempre quiso ejercer su oficio con sol y playa. No pide mucho más. "Argentina está al borde de lo demencial", dijo en una entrevista concedida a Canal +; "dirigir un equipo es peligroso en todos los sentidos. Los entrenadores sufren represalias. El fútbol tapa allí todas las frustraciones sociales".
"Jerez es un lugar tranquilo en el que se puede trabajar muy bien", dice Gorosito. Cuando le hablan de los problemas institucionales del Xerez, le parecen dificultades insignificantes comparadas con la violencia y la corrupción del fútbol argentino. El Xerez, sin embargo, es un club sobre el que pesan prejuicios históricos.
Los hinchas del vecino rival provincial, el Cádiz, aseguran que el Xerez es "el club de los señoritos". Si la indicación es acertada hay que concluir que, tras 60 años de gestión, los señoritos dilapidaron la fortuna.
El caso no es nuevo. Forma parte de dinámicas habituales en el fútbol español. Los economistas dirán que en la Liga hay cash flow. El problema es que en muchos clubes la miseria es tan grande que no hay nada más que dinero. Fluye la liquidez hacia sueldos y comisiones, la burbuja se infla y, cuando revienta, no queda otra cosa que un vestuario vacío en una instalación municipal, unos propietarios fugaces ante una deuda inexplicable y una apelación a la Ley Concursal que será la pesadilla de los acreedores de buena fe. Así estaba el Xerez cuando el mes pasado lo compró el empresario argentino Federico de Souza. Y así sigue estando, al menos de momento.
"Yo soy la cara visible de la empresa que se ha hecho con la titularidad del club
y de la gente que ha invertido en la compra porque confía en nuestras ideas", dice Souza, que acaba de seguir el último entrenamiento del equipo bajo la borrasca.
El presidente, de sólo 32 años, ha mirado con atención las evoluciones de Gorosito, que ha correteado por el barro feliz como quien disfruta de su hábitat natural, tocando la pelota y dando indicaciones a sus jugadores sobre cómo achicar y llegar a posiciones de remate con cuatro pases.
Souza es experto en marketing. El mundo del fútbol le resulta extraño. Pero detectó que el Xerez es una mina por la que vale la pena arriesgar el dinero. Dicen que se ha gastado cinco millones de euros en adquirir el 52% del capital. Pero él no da cifras. "El anterior propietario me comentó que estaba cansado del club", dice; "hicimos una auditoría y vimos que las posibilidades de desarrollo comercial de la marca del Xerez eran muy altas. Con mis socios nos llevamos una buena sorpresa".
Para gestionar el área deportiva, Souza contrató a Federico Lussenhoff, ex jugador del Tenerife, y a Roberto Bonano, ex portero del Barcelona. "Descubrimos que no había ni un cuadro de entrenadores profesionales, ni un coordinador de cantera ni campos para entrenarse...", se sorprendió Bonano; "aquí los chicos se entrenan en un parque público donde también se hace equitación. Al final, se terminan yendo al Cádiz o el Sevilla".
Para Bonano, por paralelismos socioeconómicos, el modelo que hay que seguir es el del Villarreal. Su presidente lo sigue desapasionadamente. No piensa en la permanencia. Indica que el éxito empresarial y deportivo dependerá de la cantera. "Estamos hablando con el Ayuntamiento para construir una ciudad deportiva", dice; "en un año tiene que haber una pequeña estructura para empezar. Los resultados de la gestión se verán en diez o veinte años. La clave está en el control presupuestario y en la inversión racional. No hay que cegarse en traer jugadores demasiado caros. Hoy, el presupuesto de la cantera del Xerez es de unos 200.000 euros al año. Eso es menos de lo que ganan muchos jugadores del primer equipo".
Para los nuevos dirigentes del Xerez, el partido contra el Madrid es un divertimento que los distrae de la realidad. La verdadera faena está por comenzar.
Canales, madridista por seis temporadas
El Madrid formalizó ayer el acuerdo con el Racing para incorporar al mediapunta Canales, de 18 años, para las próximas seis temporadas, en la primera de las cuales seguirá cedido en el conjunto cántabro.
El director general del Madrid, Jorge Valdano, y el presidente del Racing, Francisco Pernía, acordaron el pasado día 5 los términos tras llegar el club blanco a un acuerdo con el jugador y su padre y representante.
El Madrid pagará por Canales cinco millones de euros, de los que 2,5 irán al Deportivo, poseedor del 50% de los derechos sobre el jugador.
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