Alonso retuerce su Ferrari

Tras una jornada de ensayos, la del miércoles, desaprovechada por la lluvia que anegó el circuito de Jerez, Fernando Alonso se dio ayer un tute tremendo, completando un total de 129 vueltas al trazado andaluz, más de 570 kilómetros. El palizón tenía un único objetivo: detectar algún punto débil del Ferrari F10. Al final, el veredicto fue negativo, una circunstancia que hizo resoplar de tranquilidad al español, que hoy le dará el testigo a Felipe Massa, su compañero de equipo, para que siga dándole caña al coche. Tras el multitudinario debut de la semana pasada en el circuito de Cheste (Valencia), al que asistieron más de 36.000 personas, Alonso entró ayer en materia, se arremangó el mono y siguió un apretadísimo programa que arrancó a las nueve en punto de la mañana, nada más abrirse el pit lane, con una vuelta de comprobación, y terminó a las cinco menos diez de la tarde, cuando el McLaren de Jenson Button se quedó frito y obligó a los comisarios a ondear la bandera roja. El F10 aguantó de maravilla el maltrato del asturiano, y es por eso que las conclusiones no pueden ser más esperanzadoras para la marca de Maranello.

"Se trata de un coche muy fiable y con mucho potencial", resumió el piloto

"Pero todavía es muy pronto para saber si tiene suficiente para ganar"

Tras arrancar a las diez y cuarto con una tanda de diez giros, Alonso se recluyó en el taller, de donde volvió a salir a las once y media, con el depósito lleno hasta arriba y calzando los neumáticos blandos (Bridgestone sólo ha desplazado dos de los cuatro tipos de compuestos que tiene). De esta forma completó diez giros más, antes de volver a meterse en el garaje, colocar las gomas más duras en menos de dos minutos, y reincorporarse de nuevo a la pista.

En ese momento comenzó su primer simulacro de carrera para Ferrari, un ejercicio que estiró hasta las 48 vueltas, y en el que exprimió todos los componentes clave del nuevo monoplaza de il cavallino rampante, desde el motor hasta la caja de cambios, pasando por los frenos y las suspensiones. En esa hora y cuarto, el bicampeón del mundo recorrió 212 kilómetros, una distancia equivalente a dos tercios de un gran premio, sin que el coche acusara la sobrecarga de estrés, al menos de forma aparente.

Finalmente, el mejor tiempo del día fue el 1m 19,9s que anotó a última hora Kamui Kobayashi, el compañero de Pedro Martínez De la Rosa en Sauber, mientras que Alonso terminó el séptimo en la tabla de tiempos, a un segundo y medio del japonés.

Nada más bajarse del monoplaza, el ovetense se metió en el motorhome que la scuderia tiene instalado en la trastienda del circuito, se cambió de ropa y atendió a los medios de comunicación, aún con las marcas del casco en la cara y visiblemente dolorido por la carga de trabajo que se acababa de pegar. "Ha ido todo bastante bien, hemos podido dar muchas vueltas y el coche se ha comportado correctamente, confirmando así lo que ya vimos en Valencia", dijo Alonso. "Se trata de un coche muy fiable y con mucho potencial, pero todavía es muy pronto para saber si tiene suficiente como para ganar. McLaren ha ido muy rápido, Mercedes va a estar ahí y Red Bull acaba de presentar el coche", convino el español, que, según el programa de Ferrari, volverá a saltar al asfalto el viernes y el sábado que viene, aquí mismo, antes de viajar a Montmeló, donde la semana siguiente finalizará la pretemporada. Hasta entonces, el aspecto exterior del F10 aún cambiará, debido a las modificaciones aerodinámicas que se le irán incorporando antes de la primera carrera, en Bahrein el 14 de marzo.

A la hora de analizar el curso que se avecina, la mayoría de los pilotos recalcan el cambio que supone equipar los vehículos con los nuevos depósitos de combustible, que prácticamente doblan su capacidad, debido a la nueva normativa que prohíbe repostar gasolina durante la prueba. Eso afecta y mucho al rendimiento de los coches en general y de los neumáticos en particular.

"Al final del simulacro, las gomas estaban en muy mal estado. Vas perdiendo agarre debido a su desgaste pero lo ganas por otro lado, a medida que avanzas, porque el tanque se va vaciando. Al final, el coche se comporta más o menos igual. La de hoy [por ayer] también ha sido una buena prueba para comprobar el límite de los neumáticos, aunque me he aburrido un poco", concluyó Alonso, agotado pero contento, consciente de que su nueva etapa en Ferrari no podía haber arrancado mejor.