Un vertedero en la orilla del mar
La fiscalía investiga los residuos acumulados en varias playas de Granada
Un cartel recuerda que está prohibido "aparcar, circular y acampar" en lo que algún día fue una playa de La Rábita, una pedanía de Albuñol (Granada). Es la única referencia a la legalidad que existe en esa zona de la costa oriental granadina. Los invernaderos, muchos ya abandonados por la crisis del sector, están a pocos metros de la orilla del mar, convertida durante varios kilómetros en un gran vertedero de residuos agrícolas, fertilizantes y productos químicos que desde hace años forman parte de estas playas.
El abandono de ese lugar, desde la rambla de La Rábita hasta Almería, tiene tiempo. Ahora la fiscalía ha iniciado de oficio una investigación por "los supuestos vertederos ilegales y el consiguiente riesgo de contaminación y grave peligro que tanto para la salud de las personas como para el medio ambiente" puede entrañar. Pero el problema lo llevan denunciando vecinos y organizaciones como Ecologistas en Acción al menos nueve años. De ello tiene constancia también el Defensor del Pueblo Andaluz, la Dirección General de Costas y Mar, la Junta y, por supuesto, los ayuntamientos afectados.
"No hay otro punto en toda la costa española que esté tan sucio"
"Demasiados agricultores se niegan a gastar en contenedores"
El primer teniente de alcalde de Albuñol y ex regidor, José Sánchez, asegura que es "una vergüenza" y cree que "no hay otro punto en toda la costa española que esté tan sucio". Conoce perfectamente el problema pero apunta a Costas como responsable del "abandono total" de la zona. A Costas y a los agricultores para quien es "más barato" tirar la basura a la rambla y al mar antes que llevarla a un punto limpio.
"No son todos, pero sí demasiados los que se niegan a gastar dinero en alquilar contenedores y optan por convertir la playa en un auténtico vertedero", aclara el independiente cuyo partido gobierna en coalición con el PSOE. La planta de tratamiento de residuos más cercana está en Motril y es a lo que se aferran algunos agricultores.
Quizá el hecho de que no se alcance a ver a simple vista el desastre desde la carretera que une Granada con Almería haya propiciado esta dejadez. La Delegación de Medio Ambiente de la Junta apunta a Costas, aunque ésta le ha remitido denuncias de Ecologistas a la propia Junta y al Ayuntamiento de Albuñol por sus "competencias". En uno de los últimos escritos intercambiados con Ecologistas el pasado verano el Servicio Provincial destaca el "carácter de vertido incontrolado que, en ningún caso, ha sido objeto de autorización alguna por parte de este Servicio Provincial de Costas". Menos mal.
No obstante, en ese documento, Costas en Granada detalla que desde "el año 2000 se realizan estudios, tanto jurídico-administrativos como de dinámica del litoral, que puedan señalar vías de corrección de la situación actual (...) pero tales actuaciones, en su caso, no podrían resolver por sí solas y de manera sostenible el resultado de una deficiente gestión territorial de varias de las administraciones y agentes implicados, acumulada durante muchos años, quizá más de 40".
Dicho de otro modo, que todos conocen el problema y están "implicados" pero no se le ha puesto fin. Muchos de los invernaderos están levantados en dominio público y ni siquiera hay intervención alguna para limpiar los que están abandonados, cuyos plásticos y hierros sufren la embestida de las olas cuando hay temporal, puesto que están a escasos metros del rompeolas. La fiscalía ha ordenado investigar en las playas de Pozuelo y La Rábita, ambas en Albuñol, alguna de Castell de Ferro y la de los Yesos, en Sorvilán.
En todas ellas, precisa el ministerio público, se acumula gran cantidad de residuos agrícolas, plásticos, alambres, plaguicidas, fertilizantes y pesticidas que se arrojan a la playa. Por eso ha ordenado al Seprona que investigue ampliamente los hechos. Los municipios confían en poner fin así a una lamentable situación que ellos mismos han consentido. "Hay un compromiso desde hace meses por parte de la Dirección General de Costas", reconoce Sánchez. Urge cumplirlo por salubridad y porque la situación actual aleja a estos pueblos de contar con cualquier posibilidad turística que agradecerían sus correspondientes economías. De hecho, el turismo tiene bastante peso en la Costa Tropical. Fundamentalmente en las playas de Motril y Almuñécar, que afortunadamente nada tienen que ver con esta imagen.
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