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Reportaje:Primer plano

La resistencia a las fusiones

Políticos y ejecutivos retrasan las operaciones en las cajas

Íñigo de Barrón

Con enorme retraso sobre lo previsto, el Gobierno obtuvo el aprobado de Bruselas al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). El Ejecutivo le dio el visto bueno en julio, pero no se conoció su reglamento hasta hace unos días. En el sector financiero creen que ha faltado apoyo político. Esta situación ha sido la excusa de los polítcos y gestores de cajas para no mover ficha. Eso y que las cuentas no apretaban tanto.

Cajas que representan el 30% del sector, por activos, están en procesos de fusión, pero ninguna ha sido aprobada por su asamblea. Ni siquiera la compra de la quebrada CCM. Y el 30 de junio acaba el FROB. "Las cajas funcionan sólo cuando la economía va bien. En crisis han demostrado ser un tinglado político-financiero con el que habría que acabar", dice Juan José Toribio, del IESE. No hay negocio para tantos empleados y oficinas. Hace 25 años los bancos tenían 175.000 empleados y ahora son 115.000. Entonces las cajas contaban con 65.000 trabajadores y hoy son 135.000. Han seguido el camino contrario. Ese es el problema.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.
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