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España propone a los socios del avión A-400M asumir un sobrecoste de 2.600 millones

Miguel González

España ha propuesto a los siete países socios del A-400M asumir un sobrecoste de 2.600 millones de euros para salvar el programa del avión de transporte militar europeo, que tendrá su planta de montaje en Sevilla. La cifra está lejos de los 5.200 millones que reclama la empresa fabricante, Airbus Military Company (filial de EADS), pero por encima de los 2.000 millones que hasta ahora se manejaban.

La propuesta española figura en una carta que el secretario de Estado español de Defensa, Constantino Méndez, ha remitido a sus homólogos de Francia, Alemania, Reino Unido, Bélgica, Luxemburgo y Turquía; y fue acordada en la reunión que la ministra de Defensa, Carme Chacón, mantuvo la semana pasada con el titular de Industria, Miguel Sebastián.

Hoy jueves será un día decisivo para el futuro del A-400M, ya que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, tiene previsto abordar el asunto en París con la canciller alemana, Angela Merkel. Al mismo tiempo, los ministros de Defensa de los países implicados en el proyecto se reunirán en Estambul (Turquía), aprovechando un encuentro de la OTAN, y altos funcionarios de sus departamentos volverán a verse las caras en Berlín con los directivos de EADS.

La propuesta española incluye también adelantar el calendario de pagos, para que el consorcio europeo pueda disponer de liquidez antes de la entrega de los aparatos, así como modificar la fórmula de revisión de precios; y no descarta la concesión de préstamos reembolsables -como los que Industria concede en España para financiar programas de armas-, aunque esta fórmula tropieza con problemas legales en algunos países.

En cambio, España se opone a recortar el número de aviones; lo que ya ha hecho unilateralmente el Reino Unido, que ha reducido su encargo de 25 a 19 unidades.

Pese a que la propuesta va dirigida a los siete países, la clave la tienen Francia y Alemania, no sólo porque acaparan el 60% de los pedidos sino porque, con España, unen a su condición de clientes la de accionistas de EADS y, por tanto, serían los más afectados si el A-400M acaba generando una crisis en la compañía.

El contrato, firmado en 2003, preveía la fabricación de 180 aviones por 20.000 millones de euros. Sin embargo, EADS cifra en 11.000 millones de euros los sobrecostes y amenaza con cancelar el proyecto, del que dependen hasta 40.000 empleos, si los clientes no asumen la mitad de esta cantidad.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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