El primer vuelo de Alonso
El piloto español protagoniza en el circuito de Cheste un ensayo fulgurante con su Ferrari F10 y en dos horas marca el mejor tiempo
El Campeonato del Mundo de Fórmula 1 más explosivo de los últimos años está en marcha desde el pasado lunes y Fernando Alonso, una de sus estrellas más rimbombantes, ya ha prendido la mecha y provocado el primer fogonazo. Ayer, en su esperadísimo estreno a los mandos de su flamante coche nuevo, el Ferrari F10, el piloto español voló y provocó el despiporre en el circuito valenciano de Cheste, incendiado por los 36.000 aficionados presentes para vitorearle.
Hace tres años, Alonso fichó por McLaren, otro de los grandes equipos, pero en él no encontró la complicidad que creía merecer, de modo que salió por piernas y buscó refugio en Renault. Tras dos temporadas de mucho remar metido en un coche de segunda fila, su llegada a Ferrari ha generado una expectación tremenda, y no sólo entre la hinchada española. Ahora ha entrado a formar parte de la escudería más laureada del circo en el mejor momento de su carrera: con la madurez que le confieren sus 28 años, la experiencia que acumula alguien que ha ganado dos títulos (2005 y 2006, con Renault) y el cartel de estrella. Sólo está por ver si será capaz de soportar la enorme presión que le ha caído encima. Está acostumbrado a los retos de altura y la misión de rescatar del pozo a Ferrari es de ésas que le motivan y le hacen vaciarse, sacar todo lo que lleva dentro. Por lo poco que se ha visto hasta ahora, una sola sesión de ensayos, todo pinta bien.
El asturiano batió por una décima de segundo a Massa, su compañero de equipo
Pasaban dos minutos de las diez de la mañana cuando un estruendo alertó a todos los fotógrafos y periodistas que se agolpaban en el circuito a la puerta del taller número 46. A pesar de tener la persiana abierta, varios biombos blancos impedían que se viera nada. Mientras tres mecánicos ataviados con la vestimenta de la Scuderia retiraban las mamparas, otros dos se encargaban de apartar a los cámaras de televisión. El barullo, de unas 40 personas, fue creando un pasillo por el que acto seguido enfiló el Ferrari con el número 8 dibujado en el morro. Alonso dio una primera vuelta de instalación, de las que sirven para confirmar que todos los sistemas funcionan correctamente y que no hay fallos, y volvió a refugiarse en el box, en el que estuvo durante media hora. En ese tiempo, uno de los operarios de rojo trató de aleccionar, sin mucho éxito, a un miembro de seguridad sobre cómo apartar a la gente cada vez que el asturiano llegara al taller o se reincorporase al asfalto. Eran unas instrucciones que anticipaban lo que iba a deparar luego la jornada.
El de ayer fue un día largo, de ésos que los nuevos y los no tan nuevos aprovechan al máximo para tratar de hacerse cuanto antes a la máquina que les acompañará durante todo el curso. Alonso, que rodó de diez de la mañana a cinco de la tarde y fue el que más vueltas completó (127), aprovechó además para anunciar que su mejor versión está de vuelta, la que en su momento noqueó al mejor Michael Schumacher, la que le permite llevar el coche al límite y hacerlo sin titubeos.
En menos de 15 vueltas, Alonso marcó el segundo mejor tiempo absoluto de los tres días de pruebas, a sólo dos décimas de segundo de su compañero, Felipe Massa, que se había pasado dos jornadas girando. Pasaban cinco minutos del mediodía cuando su Ferrari cruzó la meta y el cronómetro se detuvo en 1m 11,5s, una décima más rápido que Massa. En sólo dos horas, Alonso se bautizó con Il Cavallino Rampante, comenzó a entender el bólido y su comportamiento y no sólo superó a todos los rivales con los que compartía la pista, sino que también logró batir a Massa, alguien que lleva mucho más tiempo que él en un entorno tan especial como es el de Ferrari.
La pretemporada no ha hecho más que empezar y falta saber cómo responderán los demás al primer zurriagazo que se han sacudido los rojos. A ver qué se inventa Ross Brawn, que tendrá artillería de sobra si ha conseguido convencer a Schumacher para que se enrole en Mercedes, y a ver cómo respira Red Bull, que destapará su monoplaza la semana que viene. McLaren, con dos campeones como Lewis Hamilton y Jenson Button, puede deparar cualquier cosa.
A la espera de que los siguientes ensayos, que se llevarán a cabo en Jerez la próxima semana, permitan adivinar algo más, si algo parece evidente es que la primera toma de contacto de Alonso con Ferrari no pudo ser más prometedora.
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