Un mes fuera

El pasado verano, antes de saber que estaría un mes sin competir por la rotura fibrilar en el tendón cuadricipital de la rodilla derecha que le retiró del Abierto de Australia, Rafael Nadal reflexionaba sobre su vida, el dolor, las lesiones y los retos. "El deporte es una ilusión, un esfuerzo extra siempre", contaba; "las lesiones son parte del deporte y hay que aceptarlas. Tampoco puedo vivir pensando en si me voy a lesionar. Yo siempre juego al máximo".

Ayer, cuando renunció al torneo de Rotterdam y su presencia en la primera ronda de la Copa Davis, contra Suiza del 5 al 7 de marzo, se hizo improbable, el mallorquín tuvo palabras menos filosóficas y más prácticas sobre su cuarta lesión de rodilla en cuatro años, que no le debería impedir reaparecer en Indian Wells a partir del 11 de marzo: "No me preocupa en exceso el ranking. Llo más importante es recuperar el buen juego y las buenas sensaciones en la pista, lo que tuve en Abu Dabi, Doha y Melbourne".

Al llegar el jueves a Barcelona, Nadal, desde el lunes número cuatro del tenis mundial, cogió un taxi y se dirigió al paseo Manuel Girona, donde está el Centro Internacional de Medicina Avanzada (CIMA). Allí se sometió a una resonancia magnética y una ecografía. Fue el último capítulo de un duro periplo resumido en dos cifras: desde 2004 ha estado 346 días de baja y ha tenido problemas físicos en los últimos tres torneos grandes (en este Abierto de Australia y en Roland Garros y el Abierto de Estados Unidos de 2009) y no disputó el cuarto (el de Wimbledon de 2009).

Ésta es la conclusión del doctor Cotorro, su médico: "Presenta una rotura fibrilar mínima focal en la región más posterior de la inserción del tendón cuadricipital en la rodilla derecha. Se le instaura tratamiento a base de reposo deportivo durante dos semanas, en las que se realizará fisioterapia antiinflamatoria y máquinas TECAR. Una vez transcurridas las dos semanas y en función de los resultados de los controles realizados, iniciará de forma progresiva su actividad deportiva, estimándose el tiempo total de recuperación en unas cuatro semanas".

La TECAR, que cuesta entre 15.000 y 20.000 euros y ha sido conseguida a través de la federación, calienta en extremo la zona tratada. Ya la utilizó Nadal, de 23 años, en su vuelta a las pistas en 2009 y debe ser aplicada por un especialista. "Sé que esta lesión no es la misma que la que sufrí el año pasado", comentó en referencia a la tendinitis de inserción que afectó a sus rodillas en el verano y le obligó a renunciar a Queen's y Wimbledon.

Tras la recuperación vendrán días de tensión extrema. Nadal sólo podrá añadir a su ranking 1.220 de los próximos 6.000 puntos. Es el precio de su magnífico arranque de 2009: campeón en Indian Wells, Montecarlo, Barcelona y Roma y finalista en Rotterdam y Madrid. Es, también, la mejor medida de las circunstancias en las que volverá en Indian Wells, un masters 1000, los segundos torneos en dificultad. También sobre eso reflexionó hace cinco meses, cuando se reincorporó. "Lo ideal habría sido empezar a un nivel más bajo. No nos engañemos: el futbolista, cuando se lesiona, empieza a jugar 15 minutos y luego un poco más. Aquí tienes que empezar de cero a cien".