"Las pequeñas también son peligrosas"
Arantxa Sánchez destaca que jugadoras como Henin imponen la velocidad ante la potencia
"Yo soy una luchadora nata. Lo intenté. Si pudiera rebobinar, pediría que aquel día Mary Pierce no se hubiera levantado con tanta perfección. Le salió todo. Un partido redondo. Ella misma me lo dijo: 'Arantxa, me ha salido uno de los mejores partidos de mi vida". Arantxa Sánchez Vicario, ex número uno, habla con melancolía mientras recuerda lo que pudo ser: hace 15 años perdió ante la francesa Pierce la final del Abierto de Australia (3-6 y 2-6). Entonces arrancó el cambio en el tenis femenino. La española, una competidora voraz de 1,69 metros, perdió ante la francesa, 12 kilos más pesada, brutal golpeadora, de 1,78 metros. "Imparable", que recuerda Arantxa. Quince años después, el circuito está lleno de tenistas de trazo grueso, como un tallo, largas y fuertes. ¿Queda sitio para las pequeñas? ¿Cómo logra sobrevivir Justine Henin con su 1,67 metros?
"El tenis es un deporte muy mental", contesta la española, que ganó Roland Garros y el Abierto de Estados Unidos, llegó a dos finales en Australia y estuvo cerca, bien cerca, de imponerse en Wimbledon. "Cuando eres más pequeña", prosigue la ex número uno, que ayer vio cómo Henin avanzaba tras ganar a su compatriota Wickmayer (7-6, 1-6 y 6-3), "la velocidad que consigues no es tan fuerte, pero el tenis no es sólo potencia. Una jugadora pequeña puede ser igual de peligrosa. A las altas les cuesta más moverse". "Clijsters [eliminada] y Henin son dos tenistas jóvenes que se retiraron jóvenes", argumenta sobre las belgas. "El tenis femenino está más abierto que nunca", asegura; "Henin se retiró siendo la número uno. Para el tenis femenino es bueno que hayan vuelto: venden y tienen carisma".
Cuando Henin y Clijsters se retiraron por hastío y para ser madre, respectivamente, las hermanas Williams luchaban con ellas por dominar el circuito. Cuando las belgas decidieron su vuelta, las estadounidenses seguían mandando. Eso habla de una cierta esclerosis en el tenis femenino, inestable y sometido a continuos terremotos, lleno de adolescentes que aparecen y desaparecen, sin gobierno. ¿Por qué no hay españolas entre las 10 mejores? ¿Por qué no hay ninguna en la segunda semana del primer grande del año? Por la presión, por la atención excesiva, dicen las ex tenistas. "Hay que apoyar", insiste la ex número uno; "Carla [Suárez] tuvo en 2009 un año magnífico y tiene muchísimo talento. María José Martínez es zurda, una jugadora de ataque, con un juego más diverso, porque se va a la red. Lo importante ahora es apoyar".
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