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Reportaje:

¿Inglés? No vacíe su cartera, abra su mente

La clave para dominar esta lengua no está en el método, sino en la motivación

Cristina Delgado

Es considerada la lengua de los negocios. Abre las puertas de Norteamérica, Europa e incluso Asia. El inglés. La eterna asignatura pendiente de parte de los directivos españoles. Al tiempo que en las empresas ya exigen un tercer o cuarto idioma, muchos tienen la lengua británica atragantada todavía. Por eso, les vetarán para puestos de mayor responsabilidad o para trabajos en grandes corporaciones. Los expertos advierten de que esa barrera no es insalvable. Aunque no se domine por completo la fonética, sí se puede conseguir un inglés muy aceptable a cualquier edad. Y no es cuestión de dinero, sino de motivación.

Hay tantos métodos como empresas de enseñanzas de idiomas. Están los que prometen que aprenderás inglés en un mes. Los que cargan a los alumnos de libros y diccionarios. Los que sólo se imparten en el extranjero y los que te traen el extranjero a un pueblo cercano. Cada opción tiene también precios distintos. En Internet hay métodos incluso gratuitos frente a una estancia de un mes en Estados Unidos, con profesor particular todo el día, que puede costar más de 5.000 euros.

Todos los másteres de prestigio y el 80% de multinacionales exigen inglés

"Lo importante no es el dinero que uno se gaste. Es el esfuerzo y la motivación", defiende Mónica Aragonés, profesora de filología de la UNED y directora del centro de idiomas. "Está claro que los métodos en los que te llevan, por ejemplo, a Inglaterra, suelen funcionar mejor. Pero es por necesidad. Al alumno no le quedan más opciones que intentar aprender. Pero incluso así, si no pone de su parte, no funcionará", razona. En cambio, defiende que un método casero, si la necesidad es grande, puede dar resultado. "Hay gente que mejora el nivel mezclando diferentes actividades. Por ejemplo, además de estudiar gramática, hoy en día Internet y las nuevas tecnologías se lo ponen fácil a los que motivados de verdad. Pueden proponerse ver todos los días una película en inglés, escuchar ejercicios de conversación, programas de radio, hacer dictados on line...", añade a modo de ejemplo.

No es la única que apoya la idea de que es más útil una mente dispuesta que una cartera llena. "A veces hay candidatos a los que les damos una admisión condicional para poder realizar el master. Sólo si mejoran mucho su inglés en dos meses, por ejemplo, les permitiremos matricularse. Hay veces que es espectacular. Saben que tienen que hacerlo, y se ponen de verdad", explica Ramón Aragón, director de Relaciones Externas de ESCP Europe. Como la mayoría de escuelas de negocios de cierta reputación, los programas que ofrecen son en dos e incluso tres idiomas. El inglés siempre está ahí. Y a los alumnos se les exige que lo dominen. "Para comprobar que lo hacen, se les realiza una entrevista en inglés, pruebas escritas, de comprensión oral...", dice Aragón. Entre los que mejor lo dominan suelen estar los que han pasado temporadas ya fuera. Pero también quienes se esfuerzan por mantenerlo a base de películas y lectura en inglés. "Ir fuera es muy útil si hay motivación, si no, acaban juntándose con españoles y no les aporta nada", advierte.

"Para cada nivel las necesidades cambian. Aunque, en general, todo el mundo debe saber una regla básica: aprender inglés requiere esfuerzo. Asistir a todas las clases, participar en ellas y hacer los trabajos. No vale con apuntarse si luego no hay compromiso", aconseja Bernie Maguire, de British Council, una institución inglesa con prestigio en la enseñanza de idiomas.

"Para lograr un trabajo en una multinacional, el inglés es vital. Pero no se trata tanto de una corrección absoluta en la gramática como de una buena capacidad de comunicación", explica Chris Dottie, director general en España de Hays. Esta empresa selecciona a directivos de alto nivel para todo el mundo. El inglés, dice, está presente en el 85% de los puestos de mando que buscan cubrir. "En las multinacionales, es la lengua en que se comunican todas las filiales con la casa madre", dice. En España, asegura, no siempre es fácil encontrar a gente que pueda trabajar en este idioma. "Es uno de los motivos por los que acabamos muchas veces contratando a gente más joven que en otros lugares. Aquí los de menor edad ya se han esforzado en formarse en inglés. La generación anterior no", justifica.

Yahoo! es una de esas empresas en las que, sin el inglés, trabajar sería inviable. "Es necesario como parte de la rutina laboral, por ejemplo, se participa en conferencias telefónicas paneuropeas, con personas externas al equipo, en proyectos con compañeros que tienen oficina en otros países...", explica Olga Blanco, su responsable de recursos humanos en España. Por eso, en las entrevistas de trabajo siempre realizan una parte en Internet. Sin embargo, nunca piden títulos o certificados. "Lo importante no es lo que diga un papel, sino que el empleado sea capaz de comunicarse de manera efectiva", explica.

Para cada nivel, un sistema

Para los que necesitan aprender inglés de forma inminente o los que llevan atascados muchos años, en general, se suelen aconsejar las estancias en el extranjero. Vivir rodeado de inglés y sentir la necesidad de usarlo puede ayudar a espabilarse. Pero cuidado, no siempre es la mejor de las inversiones aterrizar en Inglaterra sin saber una palabra. "Para el que no sabe nada no suele ser útil ir fuera porque no lo aprovechará. Para los niveles más básicos es mejor empezar con cursos o intensivos", explica Bernie Maguire, de British Council. Con un nivel intermedio, las estancias fuera ya pueden ser útiles. "Pero hay que hacerlo bien. Elegir bien el centro y, si es posible, alojarse con una familia y centrarse en aprender", añade.

Un método intermedio puede ser un pueblo inglés. Son enclaves en España gestionados por centros de idiomas donde se realiza una inmersión. La mitad de los habitantes, explica Juan Carlos Medina, director de Pueblo Inglés, son anglohablantes. Y el español está prohibido. Es más barato que el extranjero y evita tener que desplazarse fuera.

Y en los niveles más altos se puede optar por cursos más especializados, como el inglés jurídico o el de negocios. "No es diferente del inglés general. Simplemente se enseña el vocabulario específico y las estructuras adecuadas", añade Maguire. -

Inversiones

- El coste de dominar el inglés varía según el método. Lo esencial es comprometerse para que sea una inversión y no un despilfarro.

- Los métodos 'on-line' pueden ser gratuitos o costar hasta 1.000 euros, en función de si son sólo ejercicios o incluyen un tutor y un aula virtual.

- Estudiar en el extranjero cuesta entre 600 y 6.000 euros, según el destino, el alojamiento y el tiempo. Hay que tener cuidado eligiendo la academia. Puede ser útil fijarse en las acreditaciones de calidad

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Sobre la firma

Cristina Delgado
Es subdirectora y se encarga de la edición digital de EL PAÍS. Antes fue redactora jefa de Economía, sección en la que se incorporó al periódico, en 2008. Licenciada en Periodismo y en Comunicación Audiovisual, ha realizado el máster UAM-ELPAIS y posgrados de información económica y gestión.

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